Una bonita mañana, un grupo de hombres y gnolls fuertemente
armado comienzan a despejar un campamento cercano a una gran calzada. De pronto
se forma un gran revuelo, varios hombres rapados, llenos de tatuajes y vestidos
con túnicas rojas corren de un lado a otro, se oyen gritos y blasfemias. De un
lateral del campamento se abre una extraña puerta y dos figuras salen
apresuradas a su espalda se vislumbra una gran mansión, la imagen algo
distorsionada. Montorux se apresura a establecer orden, y la anciana Cospedaar
queda impasible esperando. Montorux vuelve a ella en un instante, con la cabeza
gacha, muy pálido e intentando ocultar cierto temblor.
- Mi señora...-
- ¿Ha escapado verdad?, maldita sea, ese orejas picudas
tiene demasiados recursos, echasteis el palio sobre él?-
- Si Milady, el palio estaba echado, no tenía manera de
teleportarse o lanzar componentes verbales, pero aún así...Los hombres dicen
que no vieron nada-
- Está claro que alguien lo ha sacado de aquí, de manera
sigilosa, alguien con poder, bueno mi estúpido aprendiz, ¿qué se te ocurre
ahora? Hemos perdido una fortuna.-
- Mi..milady, al menos los planes de Rashemen siguen
adelante, la bestia sigue suelta...-
- Si querido, eso es cierto, pero no tardarán en ir a por
ella.-
- Deberíamos seguir vigilándoles mi señora y enviar una
nueva partida cuando se acerquen a Los Colmillos de Talos...quizás con una
fuerza considerable logremos atrapar al elfo de nuevo-
- Dices sandeces querido, estarán preparados, hemos perdido
la sorpresa, y además los constructos, ¿crees que los regalan en el Bazar de
Bezantur?, no, son muy caros y no estoy dispuesta a perderlos inútilmente. Pero
tenemos algo nuevo, algo interesante y un posible punto débil de ese maldito
elfo...-
- ¿Milady?-
- Eh...ah si! A veces olvido que hay que explicarte las
cosas más sencillas, verás, gracias a nuestras charlas con cierta presión sobre
la paladina, y a este intento fallido, hemos descubierto algo interesante, el
elfo está casado, y espera niños, je, je, je. Sin duda su esposa parece competente
en la lucha y la magia, pero no alcanza el poder y recursos de Hook...-
El mago sonríe tímidamente, y sus ojos brillan con odio.
- Comprendo Milady, ja, ja, ja, iremos a por la mujer elfa y
sus retoños.-
- Exacto Monty, exacto, pero debemos andar con cuidado, sin
duda andarán con mucho cuidado después de la última experiencia.-
- Milady hablando de otros temas, ¿Se pagó el rescate por el
caballero de Cormyr?.-
- ¿El tal Percivale? Bueno andamos en negociaciones, pero
pronto pagarán no te preocupes por ello.-
- Pero Milady no está en su celda.-
- Está en un sitio seguro, no te preocupes. y ahora volvamos
a casa, ya no tiene sentido continuar este viaje y me duelen mis pobres
huesos.-
Dicho lo cual la mujer sube en un gran palanquín
transportado por varias figuras tapadas con grandes capas negras, de
movimientos lentos y mecánicos.
Montorux camina junto a varios guardias y pregunta a otros
magos menores sobre la huída del elfo, y mira con frialdad a su maestra,
pensando:
- Maldita Vieja, seguro que has cobrado la recompensa del
caballero, pero yo no veré ni un cobre. Esto tiene que terminar, o empiezo a
llevarme lo que me corresponde o..., la edad no tiene piedad de nadie...-
- Monty.- La mujer da una orden y toda la caravana se
detiene.
El corpulento mago deja las sus pensamientos y mira lleno de
terror hacia su maestra "si me ha leído la mente estoy perdido".
- ¿Mi señora?-
- Acabo de darme cuenta que no hemos aleccionado a nuestros
siervos en su fracaso.-
- Cierto Milady, cierto.- El mago se aleja y pasea despacio
entre los integrantes de la caravana, hasta que se para delante de un joven
aprendiz, muy atractivo, túnica roja, calvo y con varios tatuajes, como el
resto.
- Tu, acompáñame, la señora quiere hablar contigo.-
El joven tiembla, y al caminar tras Montorux una mancha de
orines mancha los bajos de su túnica roja.
Se arrodilla ante Cospedaar, suplicando clemencia.
- Vamos, vamos jovencito ¿por quién me habéis tomado? Levantaos,
no se os quitará la vida hoy.-
- Gr..gr..gracias mi Señora, os serviré y no volveré a
fa...fa...fallaros.-
- ¡Ohhh!, de eso estoy totalmente segura, pero debes
comprender que debemos dar un correctivo para que el resto de tus compañeros no
olviden lo que ocurre cuando se falla, ¿verdad?.-
El joven la mira desde abajo, tembloroso, y cuando pretende
responder, dos enormes Gnolls lo sujetan con fuerza. La anciana hace unos rápidos
gestos con las manos a la vez que murmura unas palabras arcanas. El joven,
antes atractivo, comienza a gritar de dolor, al tiempo que su cara se deforma,
aparecen quemaduras, cicatrices, y terribles marcas y sale humo negro de su cara, hasta quedar desfigurado e
inconsciente. El resto de humanos de la comitiva, se miran, tiemblan, y quedan
firmes en sus posiciones. La anciana se pone en pie sobre su palanquín. Y habla
alzando la voz:
- Lleváoslo y cuidadlo, no quiero que muera. Queridos ¿habéis
visto lo que vuestra incompetencia me ha obligado a hacer? Me hacéis sufrir
mucho, que esto os sirva de ejemplo, no volváis a dejar escapar a uno de mis
prisioneros, o la próxima vez no seré tan clemente.-
Montorux ante ella se sumerge de nuevo en sus
pensamientos:
- Demasiado peligroso, la vieja aun sabe imponerse, ¿me habrá leído la mente? ¿Me estará enviando un mensaje de que cuide mis intenciones? Es posible, maldita sea. Creo que entiendo la advertencia, no suele castigar tan duramente a aprendices novatos...-
La caravana se pone en marcha de nuevo con su lento paso, en
un terrible silencio. La anciana se acomoda en su palanquín esbozando una ligera sonrisa. Cuatro aprendices flanquean con rapidez a la anciana para
situar un gran palio sobre ella, protegiéndola del sol.
1 comentario:
Esta visto que esta Cospedaar es una pajara de cuidado, y que no va a renunciar tan facilmente a sus planes. Habra que tener cuidado con ella.
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