lunes, 21 de mayo de 2012

Una Conversación


Un oscuro bosque, está a punto de amanecer. Una enorme figura se encuentra en un claro, mira alrededor buscando. No ve a nadie, sitúa tres gemas negras formando un triángulo y finalmente una de color rojo sangre en el centro:
-'Mi señor, mi señor, me oís?-
En la gema roja comienza a producirse un tenue brillo verdoso, que aumenta de intensidad, surge una ligera niebla y esta forma una cara, es la cara de un hombre fuerte, con una barba puntiaguda y rojiza, de tez morena y con varios extraños tatuajes en la cabeza y en la cara.
-¿Ramuk?¿Qué noticias me traes?, espero que sean buenas.-
La enorme figura del ogro-mago se estremece antes de responder:
-Mi señor, me temo que hemos fallado, esas perras hechiceras iban fuertemente protegidas, más de lo que habíamos supuesto, les acompañaban una compañía de guerreros fuertemente armados, tres elfos y una poderosa guerrera, mi señor parecía inmune a nuestras armas y venenos, sigo vivo de milagro...-
-Eres un estúpido, ya hablé en el consejo de que no era buena idea ponerte al mando de esta misión. Sabes que no estarán contentos con estas noticias. Mmmm, bien, sigue a esa compañía con discreción, y asegúrate de marcar su posición. ¿Sabes si aún portan los collares?-
- Mi señor, no estoy seguro, puede que los hayan detectado, o puede que los conserven.-
- Bien, haremos unas pruebas, pero ante tanta incompetencia, será mejor que les sigas para asegurarnos, esas hechiceras no deben llegar a Rashemen, ¿lo has entendido maldita bestia?-
- Si mi señor, haré lo posible, pero necesitaré más hombres y métodos más poderosos, me temo que no soy rival para esa guerrera-
- Bueno, bueno, ¿cuántos hombres te quedan?-
-Ninguno mi señor, nos superaban en número, y aunque eliminamos algunos de los escoltas, creo que terminaron con todos, logré escapar por los pelos.-
- Bien, parece más serio de lo que creíamos, está bien, síguelos, e infórmame dentro de unos días, a ver qué ruta siguen, te enviaré...unos refuerzos, y procura no fallar esta vez, Ramuk, ya sabes que yo soy misericordioso, pero no puedo responder por el resto del consejo.-
- Si mi señor, sois todo misericordia, no os fallaré esta vez.-
La cara se desdibuja, formando una nube de vapor que se introduce en la gema rojiza de nuevo. El ogro mago empalidece, maldice, y tras recoger las gemas con cuidado extremo, sale corriendo y desaparece entre los árboles...