miércoles, 3 de diciembre de 2014

MOVIMIENTOS EN LA OSCURIDAD

Una enjuta figura camina despacio, avanzando por un oscuro entramado de cuevas. Se detiene ante una gran pared de roca lisa. Pone su mano sobre la roca y la atraviesa, como si no hubiera nada sólido. Entra en una enorme caverna a penas iluminada, salvo al fondo donde destacan unas suaves luces. Avanza con tranquilidad, hasta alcanzar una modesta escalera tallada en la roca, asciende, y finalmente abre una gran puerta reforzada de bronce.

- Bueno, bueno, ¿cómo van las cosas Kashiir?-

Se encuentra en una gran sala, con varias mesas, y todo tipo de cachivaches de vidrio, es una mezcla de despacho y laboratorio. Una oscura figura, de la que apenas se aprecian unos destellos de unos ojos rojos levanta la vista de un gran tomo, en el que estaba escribiendo.

- Milord, que agradable sorpresa, ¿cómo os encontráis? ¿habéis notado mejorías en vuestras capacidades?-

- Si, Kashiir, parece que nuestros modestos planes marchan como queríamos. ¿Y aquí, algún problema?-

- No Milord, ningún problema, bueno..., ahora que recuerdo, un grupo de curiosos se acercó al almacén.-

Se produce un ligero silencio incómodo, la enjuta figura mira con intensidad los dos ojos rojos.

- ¿Curiosos? ¿Puedes explicarme con algo más de detalle qué ha pasado?-

- Bueno Milord, vuestro siervo Gigalos hizo una visita rutinaria, y parece que un grupo de estúpidos humanos lo siguió, nada preocupante, porque Gigalos era consciente de ello y los atrajo con astucia, cayeron fácilmente en una cuidadosa trampa.-

- ¿Quiénes eran?-

- Un grupo de caballeros guiados por una norteña malencarada, alta, de pelo de fuego, no debéis preocuparos, los caballeros están en el almacén.-

- ¿Y esa norteña?-

- La encerré en una cómoda celda aislada, creo que es una alta sacerdotisa de ese Dios al que llaman Torm, complicado el adaptar una cuna para ella. Esperaba vuestra opinión, si acabar con ella o...-

- No, nada de muertes, y mucho menos de un alto sacerdote, guíame, quiero tener una entrevista con ella. Espero que esté en condiciones de hablar.-

- Si Milord, no está muy estropeada, por aquí.-

Las dos misteriosas figuras, se giran hacia una pared de la gran sala, y desaparecen por ella, se encuentran ante otra pequeña sala, con el comienzo de una gran escalera de caracol, bajan con parsimonia.

- Kashiir, ¿podrías caminar algo más deprisa?-

- Disculpad Milord, pero entre las túnicas, y los años, las prisas no son mi fuerte, pero podemos evitar tocar el suelo.-

Los dos ojos rojos brillan, se escuchan unas extrañas palabras, y acto seguido las dos figuras bajan volando a gran velocidad, sin tocar los peldaños, tras pasar una serie de cubículos y salas de diferentes tamaños, se encuentran ante una pequeña puerta, se escucha un cerrojo abriéndose.

- Perfecto Kashiir, déjanos, tengo que hablar con esta mujer a solas.-

- Como digáis Milord, pero no bajéis la guardia, tiene muy malas pulgas.-

Los dos ojos rojos desparecen en la oscuridad. El anciano chasquea los dedos, y una esfera de cristal ilumina con suavidad la pequeña celda. Una enorme mujer, pelirroja, con multitud de cicatrices, y restos de una extraña pintura roja por su cuerpo es iluminada, gime ligeramente, está llena de magulladuras y algunas heridas.

- ¿Habéis venido a terminar el trabajo de esas bestias inmundas? No importa, mi alma pertenece a Torm, estoy preparada viejo, y no tengo miedo.-

- Valor, y un cierto toque de arrogancia, sin duda sois una alta sacerdote. ¿Puedo conocer vuestro nombre y status?-

- Dadme el vuestro vejestorio y lo pensaré.-

La pequeña celda se ilumina con una luz descomunal, y una potente voz resuena por todos los corredores.

- MI NOMBRE MUJER, ES LEGNARION, PARA TI CON UN LORD O SEÑOR DELANTE, Y SI, DEBES TENER MIEDO, NO POR TU MISERABLE EXISTENCIA, SI NO POR AQUELLOS A LOS QUE HAS JURADO PROTEGER, Y POR TUS MÁS ALLEGADOS.-

La mujer se queda paralizada no sabe si de terror o admiración, sus ojos muy abiertos, a penas puede pronunciar palabras, finalmente reúne valor y habla:

- Mi nombre es Lady Roxana Stormblood, alta sacerdote de Torm, y vos deberías ser un ejemplo para mi y para muchos. ¿Por qué estoy prisionera?-

La enorme figura en la que se ha transformado el anciano se gira despacio, fijando dos ojos de un azul intenso sobre la prisionera.

- JOVEN MORTAL, TUS CAPACIDADES NO SON SUFICIENTES PARA COMPRENDER, TENGO UNA MISIÓN DE SUMA IMPORTANCIA, QUE REQUIERE DE UNA ENORME DISCRECIÓN. TU Y TUS SEGUIDORES HABÉIS METIDO LAS NARICES DEMASIADO EN MIS ASUNTOS, Y ES POR ELLO, QUE AHORA DEBES PERMANECER ENCERRADA. NO TENGO CLARO QUE HACER CONTIGO, SI TE SOY SINCERO, AUNQUE QUIZÁS PODRÍAS SERME DE ALGUNA UTILIDAD, SI ES QUE TE CREES DIGNA DE SERVIR A TU DIOS.-

La mujer parece dudar, no comprende nada, no entiende que hace ese ser ante ella...

- Milord, no comprendo muy bien, pero desde luego, un ser de luz como deberíais ser, no usa alimañas como las que he visto, y no encierra a siervos del bien. ¿Qué ha sido de mis hombres? ¿están vivos?-

- ESTÁN VIVOS, NO DEBES PREOCUPARTE. MI PROPÓSITO TIENE UN FIN DE SUMA IMPORTANCIA, POR LO QUE ESTOY USANDO A ESAS MISERABLES CRIATURAS. CUANDO EL MOMENTO SEA ADECUADO SERÁN DESTRUIDAS, NO DEBES PREOCUPARTE POR ELLO. AHORA DIME, ¿CUÁL ERA TU MISIÓN? ¿QUÉ BUSCABAS?-

La enorme mujer parece dudar de nuevo, piensa unos momentos, y de pronto su mirada se endurece como el hielo de un glaciar.

- Criatura, no sé qué o quién eres, pero desde luego siento un terrible mal en tu interior, a pesar de tu cortesía y tu impresionante voz y cuerpo, no harás que dude más. Por mi te puedes ir al infierno. Pronto habrá gente más poderosa que yo tras mi pista, y acabarán con tus sucios planes de una vez por...-

La mujer no puede terminar la frase, una enorme mano la sujeta por el cuello.

- SACERDOTES, CONVICCIONES, CHORRADAS. TEN UNA COSA CLARA LADY ROXANA, ME DESAGRADA PROFUNDAMENTE LA FALTA DE CORTESÍA, PERO ME DIVIERTE TU VALENTÍA Y TU DURA MOLLERA. PUEDE QUE VUELVA A VISITARTE EN ALGÚN MOMENTO, QUIZÁS UN TIEMPO CON ESTAS CRIATURAS QUE TANTO DESPRECIAS TE VAYAN SUAVIZANDO UN POCO. NO, NO PONGAS ESA CARA, NO SE TERMINARÁ CON TU VIDA, AQUELLOS QUE SE ME OPONGAN SUFRIRÁN COSAS MUCHO PEORES QUE LA MUERTE, ESO TE LO ASEGURO. AHORA DIME, ¿POR QUÉ DECÍAS QUE OTROS MÁS PODEROSOS VENDRÁN TRAS TUS PASOS?-

- Por que la ley y el bien prevalecerán sobre la podredumbre del mal, y vos sois la encarnación de la podredumbre.-

La mujer escupe a la enorme cara que la mira con curiosidad. Acto seguido es lanzada con fuerza contra la pared de roca, las fuertes cadenas que sujetan sus brazos por poco se los rompen.

- YA VEO, FE EN VUESTRO DIOS. BIEN, ESO ESTÁ BIEN, SI HAY MUCHOS COMO VOS, CON ESA FE CIEGA, PRONTO MIS PLANES LLEGARÁN A SU INEVITABLE CULMINACIÓN.-

La enorme figura se limpia la saliva con un elegante pañuelo de seda bordado.

- POR ESTA VEZ TE PERDONARÉ LA OFENSA, AÚN TIENES COSAS QUE CONTARME, TE ENVIARÉ A ALGUIEN PARA QUE DIALOGUES CON CALMA, Y ENTONCES SABRÁS APRECIAR MI CORRECCIÓN Y BUENAS MANERAS. AÚN ASÍ, COMO YA OS DIJE, DETESTO LOS MALOS MODOS, ASÍ QUE OS DEJARÉ UN PEQUEÑO RECUERDO, A CAMBIO DE VUESTRA SALIVA.-

Una enorme mano se posa con suavidad sobre el pecho de la mujer, que mira hacia arriba, esta vez sus ojos reflejan miedo. Entre la mano y el pecho surge un ligero brillo verdoso, tras lo cuál la mujer se desploma, tiene espuma en la boca, sangra por la nariz y las orejas, surgen pústulas por todo su cuerpo, y su mirada queda vacía, con los ojos en blanco.

- BIEN LADY ROXANA, NO OS PREOCUPÉIS NO MORIRÉIS, PORQUE NO LO PERMITIRÉ, PERO MEDITAD UN POCO EN VUESTRO NUEVO ESTADO, Y LA PRÓXIMA VEZ QUE OS VENGA A VISITAR, PROCURAD SER CORTÉS.-


La enorme figura, encoge repentinamente, tomando la forma de un amable anciano que se apoya en su cayado, sale lentamente de la pequeña celda, cerrando con suavidad un fuerte cerrojo. Sus suaves pasos se pierden entre múltiples ecos.