miércoles, 7 de diciembre de 2016

INFORMES

La penumbra domina una enorme sala con forma de claustro, las enormes columnas que rodean el perímetro, están talladas en un estilo sobrecargado de figuras demoníacas y terribles batallas. Una imponente criatura con forma gargoide golpea con fuerza a diferentes criaturas, entre gritos de dolor. Está totalmente cubierta de sangre. Una puerta se abre y una delgada forma se escurre en la sala, sus dos penetrantes ojos observan atentamente, hasta que el castigador se calma tras su décima víctima.

- Ejem, Milord.-

- ¿Qué haces aquí secretario? Te dije que no me interrumpieras.-

- Lo lamento Milord, pero es importante, me temo que tenéis una reunión urgente…-

La cabeza de chacal del secretario esboza una ligerísima sonrisa, a penas perceptible,  abre la puerta al tiempo que tiende un lujoso trapo al Lord para que se limpie la sangre.

- Sala del Espejo Negro Milord.-

El enorme Nycaloth se estremece, se limpia la sangre siguiendo al secretario. Ambos siguen un gran pasillo custodiado en los flancos por grandes guardias Mezzoloth, quietos como estatuas. El secretario va abriendo y cerrando diferentes puertas, hasta que deja a su Señor ante una gran puerta negra, tallada con forma de cara demoníaca sonriente. El secretario busca en un abultado llavero, hasta dar con la llave adecuada, al abrir la puerta varios brillos verdosos escapan por todas las rendijas. Deja paso a su amo:

- Milord.-

Tras abrir la puerta el secretario desaparece discretamente. El enorme Nycaloth parece titubear antes de entrar, finalmente entra. Es una pequeña sala, sin a penas decoración, las paredes parecen enormemente gruesas, destaca al fondo un gran óvalo pulido de color absolutamente negro. Con cierto disgusto hinca una rodilla ante el óvalo, que al instante da un ligero brillo de color verdoso, enfermizo. La sala se oscurece aún más y se enfría hasta el punto de aparecer escarcha por las paredes. Una voz neutra, surge del óvalo.

- LORD GARGUS, AL FIN OS DIGNÁIS A ATENDERME.-

- Disculpad mi Señor, estaba…-

- ¡SILENCIO!- 

El enorme Nycaloth tiene que apoyar sus fuertes manos en el suelo, su negra sangre brota por todas partes de su cuerpo, como si cientos de cuchillas lo hubieran rozado.

- VUESTRO SECRETARIO YA ME HA DADO LOS INFORMES DEL DESASTROSO PLAN QUE LLEVÁSTEIS A CABO EN EL PLANO DE PANDORA, AHORA ESPERO UNA EXPLICACIÓN RAZONABLE ANTES DE QUE DECIDA VUESTRO DESTINO, ESE PLANO ES IMPORTANTE.-

- Milord…- Escupe sangre- todo marchaba bien, uno de los portales estaba casi listo para la invasión, los otros dos avanzaban en su construcción, pero irrumpieron tres mortales de gran poder, creo que eran ‘primos’ por la manera de hablar y actuar. Lograron destruir el portal casi terminado y entretuvieron a mis fuerzas. No sé cómo, lograron atraer hasta nuestro fuerte un enorme ejército de Navis, que destrozaron nuestra avanzadilla.-

Lord Gargus se estremece de dolor con cada palabra que surge del enorme óvalo negro y no deja de sangrar, su sangre humea en el suelo debido al frío de la sala.

-GARGUS NO ME GUSTAN LOS FRACASOS, PERO ERES UNO DE MIS MEJORES LUGARTENIENTES, Y POR LO QUE DICES PARECE ALGO TOTALMENTE IMPREVISTO, CONTINÚA.-

-Mi…Señor…era una humana con una espada sagrada, partía a mis soldados como mantequilla, había una elfa muy hábil con la espada y con la magia, una guerrero/mago de esos que ‘cantan con la espada’ diría yo. Y finalmente había un elfo de piel dorada y prominente mandíbula, ese dijo su nombre, no parecía temernos en absoluto, yo diría que ese  ha visto las guerras de la sangre, porque tenía mirada de loco…dijo que se llamaba Hook.-

- ¿HOOK?... ESE RIDÍCULO NOMBRE LO HE ESCUCHADO EN ALGUNA PARTE, ESTOY SEGURO. ¿PERO QUÉ NARICES HACÍAN TRES PRIMOS EN UN PLANO TAN ALEJADO DEL SUYO?-

Se hace un largo silencio, en el qué el óvalo continúa brillando, y el Nycaloth sigue sangrando.

- BUENO, PUEDES CONTINUAR CON TU MISERABLE EXISTENCIA UN POCO MÁS, PERO NO MÁS FALLOS. DEBO CONSULTAR MIS ARCHIVOS, ESE NOMBRE ME SUENA, AUNQUE NO RECUERDO DE QUÉ. EN CUANTO ENCUENTRE ALGUNA INFORMACIÓN OS MANDARÉ UN MENSAJE, QUIERO INVESTIGAR MÁS SOBRE ESTE ASUNTO, YA OS DARÉ MÁS INSTRUCCIONES.-

La luz verdosa se apaga lentamente en el gran óvalo que retoma su color negro. Toda la estancia está cubierta de escarcha que comienza a derretirse. Lord Gargus vomita sangre y se incorpora con un gran dolor, aún sangra por todas partes, aunque las pequeñas heridas se cierran rápidamente. Varios guardias Mezzoloth al otro lado de la puerta salen corriendo cuando escuchan los alaridos de su Señor, saben que si se quedan ahí cuando salga, alguno de ellos perecerá.

- Mortaless, me habéis causado muchas molestias y me las pagaréis, me debéis un plano y me lo voy a cobrar. Lord Hook ¿eh?...!Secretario!-

El Arcanaloth surge a su espalda como una sombra:

- Milord.-

- Búscame toda la información que puedas de ese tal Hook, todo lo que encuentres aunque te parezca nimio quiero saberlo. A partir de él busca a las otras dos, la hembra humana y la hembra elfo, tengo la sensación de que encontrarás algo pronto, si a nuestro Señor le sonaba ese nombre es que deben ser conocidos por algo. Quiero información y la quiero pronto.-

La cabeza de chacal esboza una sonrisa terrorífica:

- Descuidad Milord, ya estoy con ello, creo que tengo algunas pistas, tan sólo necesito un poco de tiempo.-

- Bien, pues date prisa, esos miserables mortales se han atrevido a ofendernos y dejarnos en ridículo, y Lord Gargus no hace el ridículo nunca, quiero enseñarles lo que significa ofender a un Yugoloth.-

- Por supuesto Milord, deben pagar por sus execrables crímenes.-

- Vuelvo a la sala de recreo, aún necesito machacar algunos cuerpos con mis propias manos, envíame algunos esclavos, y de los que sangren mucho.-


- En seguida Milord.-