miércoles, 29 de mayo de 2013

UN TELEPORT FALLA

Un gigantesco desierto, sólo se ven dunas allá donde se mire, arena, calor y sol. De pronto, sobre una enorme duna se forman unos extraños brillos, aparecen una serie de luces multicolores, y una figura se materializa poco a poco. Cae de rodillas sobre la arena aturdido, se trata de un anciano semielfo, tiene un gran vendaje sobre la cabeza, un ojo morado y varias heridas por el cuerpo y los brazos. Tras unos minutos parece recuperarse poco a poco, y se levanta, sus cansados ojos miran alrededor, con una mano sobre ellos para protegerse del terrible sol que golpea sin piedad.

- ¿Pero...dónde demonios me ha transportado esa maldita elfa?, ¡Dioses qué calor hace aquí!, y sólo veo arena allá donde miro. ¡Malditos sean! Además, ¡se quedaron con mi símbolo sagrado! ¿Habré muerto? No, no puede ser, creo que aún estoy vivo, y eso es algo..., tengo sed, y hambre, ¡malditos sean!

La pequeña figura, murmura una serie de incongruencias, y finalmente se echa andar, a pesar de no tener la más remota idea de dónde se encuentra, sabe perfectamente seguir una dirección concreta.

Pasan horas, una gran estela de huellas marcan su camino por la arena, continúa andando cuando la noche comienza a caer.

- Nada, nada, sólo arena y calor, y ahora comienza a hacer frío, ¿será un castigo de los antiguos Yuir?, no, no, eso de ahí parece agua, si, es agua, ¡loados sean!

El anciano corre con desesperación, perdiendo una de sus modestas sandalias por el camino, y al cabo de unos minutos bebe con ansiedad, por poco tiempo, cuando se da cuenta que está intentando beber arena.

- Noooooo, esto es un maldito desierto, pero...¿Qué desierto? ¿dónde demonios estoy? Ohhh, Señor ¿no ayudarás a tu fiel siervo en estos momentos?

Tras horas de angustia, caminar y más caminar, cuando cree que se unirá a la naturaleza, descubre una pequeña formación rocosa en la arena, se acerca con cautela, y tras mucho deambular encuentra una pequeña gruta, justo a tiempo cuando comienza a escuchar aullidos de chacales en las inmediaciones.

- Servirá...- se dice mientras mira con terror buscando a sus posibles depredadores.

El anciano semielfo se introduce a duras penas por una pequeña abertura en las rocas, para su sorpresa hay una gran gruta, con pequeños charcos, esto no es un espejismo, avanza un poco más, y sin poder aguantar más, se arrodilla y sorbe con gran ansiedad un sucio charco del rocoso suelo.

- Aaaguaaaa...bendita sea.-

Finalmente cae rendido en un profundo sueño. Se encuentra tendido entre afiladas rocas llenas de pinchos, le duele todo el cuerpo, cuando dos enormes óvalos de color rojo sangre se encienden delante de él. Una grave voz resuena por todos lados.

- Dime pequeño, ¿qué te ha ocurrido? ¿Qué haces tan alejado de tus tierras?-

- ¿Mi señor? ¿Sois realmente vos? Ocurrió algo terrible, gracias a las bestias T'anari que liberamos me enteré de un serio peligro que acecha vuestras futuras tierras. Mi señor...

El pequeño semielfo sale despedido con gran violencia y es empotrado contra una serie de afiladas rocas, gritando de dolor.

- Habla de una vez pequeño, no estoy para acertijos.-

- Mi señor, intenté ralentizar su viaje, temo que los héroes de Rashemen se encuentran en tierras de Aglarond, y pueden suponer un serio peligro.-

La grave voz adquiere un tono mucho más fuerte, al semielfo comienzan a sangrarle los oídos y los ojos, gime entre grandes dolores...

- ¿CÓMO? ¿LOS HÉROES DE RASHEMEN? HE OÍDO HISTORIAS, Y ME CAUSARON UN GRAN DAÑO. ¿ACASO INTENTAN INTERPONERSE DE NUEVO EN MI CAMINO? ESTÚPIDOS, PERO...ESPERA PEQUEÑO PUEDE QUE ESTO NO SEA TAN MALO.-

- Mi señor, podríais...-

El anciano semielfo no termina la frase, es lanzado con gran violencia contra otra pared, recibiendo terribles cortes en la cara y el cuerpo.

- PEQUEÑO, NO INTERRUMPAS, ESTABA PENSANDO, NO HABÍA TERMINADO. BUENO ¿ENVIASTE LA CARTA?, ¿TIENES NOTICIAS DEL PRÍNCIPE?-

- Mi Señor, envíe la carta, pero esos malditos interrumpieron, no había obtenido respuesta aún, y no pude encaminarme hacia la posible reunión.-

- ESTUPIDO, ESTUPIDO, DEBISTE DEJAR A ESOS 'HEROES' Y ENCARGARTE DE LO IMPORTANTE. PERO AL MENOS ENVIASTE EL MENSAJE, POR ESO NO TE MATARÉ... AHORA. ESPERO QUE TU MENSAJE LLEGUE...-

El anciano aguarda con terror en los ojos sangrantes.

- HABLA.-

-  Mi señor si pudierais ayudarme a salir de aquí, o al menos orientarme, podría mantener esa reunión y...-

Una enorme, grave y terrorífica risa resuena por toda la caverna, tras lo cuál los dos enormes óvalos rojos se centran en la pequeña figura del anciano.

- HAS CUMPLIDO TU MISIÓN, AL MENOS EN PARTE, PERO HAS DEMOSTRADO ESTUPIDEZ, INCOMPETENCIA, Y DEBILIDAD EN EL COMBATE, ME INTERESAS POCO ANCIANO..., TAN SÓLO TE DARÉ UNA INFORMACIÓN, TE ENCUENTRAS EN ESE LUGAR AL QUE LLAMAN ANAUROCH, ESO SERÁ SUFICIENTE, SI SOBREVIVES VOLVERÁS A MI.-

- Gracias mi señor, viviré para serviros una vez más...-

- LO DUDO, PERO ME PARECE CORRECTO, SI TU MENSAJE NO HA LLEGADO...NO SERÁ EL DESIERTO EL QUE ACABE CONTIGO.-

Los dos óvalos sangrientos se apagan suavemente.

El anciano semielfo despierta entre grandes sudores, descubre que las heridas que sufrió en la pesadilla son reales, y sus ojos y oídos gotean sangre, se retuerce de dolor, y descubre un pequeño cuchillo entre sus manos. Mira el techo de la cueva, vuelve a mirar el suelo, y vuelve a beber del sucio charco. Tras lo cual comienza a tallar con lentitud pero seguridad una pequeña piedra.

- ¡Volveré malditos perros extranjeros!, ayudaré a mi Señor, y Él os enseñará el poder de la Naturaleza.-


Una risa maníaca surge de unas rocas en medio de un gigantesco desierto, alrededor de las rocas se congregan un gran número de chacales, silenciosamente, se mueven despacio y olfatean cada piedra...

lunes, 27 de mayo de 2013

LOS HIJOS

Una enorme caverna, tan sólo se escuchan esporádicos goteos y ligeros ecos. De pronto se oyen pasos de grandes criaturas. En el centro de la inmensa cueva se levanta un extraño círculo de grandes piedras, talladas de forma tosca, con extraños símbolos y formas representando escenas de gran violencia. En el centro se sitúa una enorme piedra negra con restos de sangre y criaturas sacrificadas, a ambos lados de ésta hay dos numerosos grupos de grandes figuras, extrañamente tranquilas. A un lado varios humanoides, grandes, gruesos y fuertemente armados, algunos incluso con armaduras metálicas de un oscuro color rojo. Al otro un gran grupo de figuras igual de grandes, aunque de rasgos más estilizados, enormes garras y dientes, ojos oscuros y pelos lacios, miran con desconfianza a los otros, pero no se mueven, a penas llevan unas pieles sobre los cuerpos y algunos adornos de hueso. Frente a la gran piedra dos enormes figuras se arrodillan, acaban de sacrificar un gran número de criaturas de todo tipo: humanos, semielfos, serpientes, lobos y otros animales. Sobre la enorme piedra negra se forma una espesa nube negra, las dos figuras arrodilladas murmuran en sus guturales idiomas la misma plegaria:

- Padre, Amo, tus siervos reclaman tu guía de nuevo...-

La espesa nube negra parece contorsionarse, hasta formar una enorme figura humeante en la que no se distinguen rasgos. De pronto en la supuesta cabeza, se encienden dos óvalos de color rojo sangre, no hay pupilas. Una grave y tenebrosa voz parece surgir de toda la cueva, todas las figuras presentes se estremecen, empalidecen y parecen empequeñecer:

- Mis pequeños, espero que todo marche como se os dijo.-

- Amo, como decir, se ha convocado gran reunión de jefes y chamanes, todos aquí para escuchar tu voz.-

- Looorddd, las más fuertes hembras de los clanes Umber, así como los venidos del norte recientemente, y de lo profundo como yo esperan tu guía.-

- BIEN, BIEN, BIEN. REUNÍOS TODOS, TODOS. SI UNA TRIBU SE NIEGA, APLASTADLA, QUE SIRVA DE EJEMPLO A LAS DEMÁS. Y NO QUIERO PELEAS INECESARIAS DE LOS CLANES. TU...-

Un gigantesco miembro humeante señala una de las figuras arrodilladas ante él, este empalidece aún más y mira sin decir nada.

- TU, ATACARÁS POR LA ZONA NORTE, ¿TRAES LOS MATERIALES QUE TE ORDENÉ?-

- Si Padre, estar todo aquí, no entender para qué querer todos esos huesos roñosos, piedras brillantes, y...-

La enorme criatura no termina la frase, los dos óvalos rojos se fijan en él con intensidad, y cae de bruces medio asfixiado.

- CON UN 'SI' BASTABA PEQUEÑO, NO TIENES QUE ENTENDER, TIENES QUE OBEDECER.-

- S...S...Si Padre.-

- BIEN, TU, TRALLAK-AN, ATACARÁS POR EL SUR, YA SABES DONDE.-

- Mi Señor, por supuesto, tus órdenes son incuestionables, ¿cuándo tendremos ese enorme placer?-

Los dos óvalos rojos se giran hacia ella, la enorme figura arrodillada repta hacia atrás con un gruñido lastimero.

- A MI SEÑAL PEQUEÑA, NO DEBES PREOCUPARTE, SABRÁS CUANDO ES EL MOMENTO CON TODA CLARIDAD. PODÉIS RETIRAROS.-

Los dos numerosos grupos se retiran, cada uno por diferentes pasadizos y sin darse la espalda en ningún momento. Una nueva figura entra en escena, parece surgir de la pared rocosa.

- Padre, ¿estáis ahí?-

De nuevo la grave voz resuena por toda la caverna:

- ESTOY PEQUEÑA. PARECE QUE EL PLAN MARCHA. CUANDO EL RESTO INICIE EL ATAQUE, ESTARÁS ATENTA, TU DEBES PENETRAR CON LOS TUYOS EN LOS BOSQUES. NO DEJÉIS VIDA A VUESTRO PASO SI NO OS QUEDA MÁS REMEDIO, PERO INTENTAD EVITAR ENCUENTROS.-

- Se hará como deseáis Padre. A parte de esos pequeños placeres ¿hay cosass importantess que hacer no?-

- SI, TU MEMORIA ES BUENA, A PESAR DE TU JUVENTUD, BUSCA EN LO MÁS PROFUNDO DEL BOSQUE, ENCONTRARÁS UN GRAN ARCO DE PIEDRA NEGRA, MIS PEQUEÑOS TE DARÁN TIEMPO PARA QUE ESOS PEQUEÑOS MORTALES DE OREJAS PICUDAS NO SE INTERPONGAN.-

- ¿Y..una vez en el arco de piedra?-

- USARÁS ESTO.-

La enorme nube parece materializar una gigantesca mano con grandes garras, se abre y algo tintinea en el suelo rocoso. La delgada criatura se apresura a recoger el extraño objeto.

- ABRE LA PUERTA, ENTONCES ME HABRÁS SERVIDO COMO DEBES, YO NO OLVIDO, YA LO SABES.-

- Milor, vuestra palabra es Ley, pero los otros siervos deben darnos suficiente tiempo...-

La encorvada figura es súbitamente empotrada contra una de las piedras del círculo, a pesar de su gran tamaño, se escucha un ligero quejido, se incorpora, y su cuerpo parece recuperarse a gran velocidad.

- NO HABÍA TERMINADO ESTÚPIDA, NO VUELVAS A INTERRUMPIRME O BUSCARÉ A OTRA. PARA ABRIR LAS PUERTAS DEBES SACRIFICAR A UNA CRIATURA SAGRADA DE LOS BOSQUES, NO LO OLVIDES, YA SABES CUAL. HIJA, NO DEBES FALLARME EN ESTO.-

La delgada criatura titubea, no sabe si ya puede hablar, y no quiere ser castigada de nuevo.

- VAMOS, HABLA YA.-

- Padre tu sabiduría es infinita, se hará como dices.-

- NO SEAS PELOTA, LO DETESTO. ABRE ESA PUERTA Y ENTONCES SABOREARÁS LA GLORIA DE DARME UN BUEN SERVICIO. FÁLLAME Y ARDERÁS DURANTE MIL AÑOS ANTES DE DESAPARECER.-

La delgada figura parece desaparecer entre las rocas cercanas, tiembla y se arrodilla con gran respeto:

- Se hará como ordenáis, vuestros hijos tendrán un sitio donde vuestro poder será adorado por siempre jamás.-

- ASÍ ESPERO QUE SEA, PROCURA NO FALLARME EN ESTO, O CONOCERÁS ALGO PEOR QUE LAS LLAMAS DE KOSUTH.-

La figura delgada hace una gran reverencia y comienza a andar despacio hacia atrás, sin dar la espalda a la enorme nube negra. Los dos óvalos rojos están fijos en ella, cuando por fin parece desvanecerse en la roca. La terrible voz ruge por la caverna:

- HIJOS MÍOS, PRONTO MOSTRARÉIS VUESTRO PODER, PRONTO ME DARÉIS EL QUE ME CORRESPONDE Y SEMBRAREMOS ESOS MALDITOS BOSQUES DE MUERTE Y TERROR.-


Los dos óvalos rojos se cierran en la espesa nube negra, que poco a poco se concentra sobre el enorme altar, hasta desaparecer, quedando tres enormes cirios negros encendidos con un extraño fuego azulado.

lunes, 20 de mayo de 2013

BAJO LAS PIELES


Una noche tranquila, a penas se escuchan unos ligeros gimoteos graves en la distancia, como de una niña de enorme tamaño. En una enorme sala, un grupo variopinto descansa tras varias jornadas de duro viaje por las tierras boscosas de Aglarond. Una semielfa, rubia, con cara de pocos amigos está de guardia, se rodea de varias pieles, y tras comprobar que todos duermen, se echa una gran piel de oso por encima. Abre una pequeña bolsa oculta entre sus enseres, y saca una pequeña piedra rojiza, la sitúa delante entre sus piernas y murmura unas extrañas palabras. Al momento se ven unos ligeros destellos de luz surgir bajo las pieles en las que se encuentra, y una pequeña imagen se forma ante ella:

- Joven Narwen, ¿eres tu?-

- Mi Reina, yo ser, Narwen.-

- Bien, te dije que sólo usaras la piedra para noticias importantes, así que imagino que tienes algo interesante que contarme.-

- Así ser, mi Reina. Los extranjeros ser un grupo extraño, pero poseer un gran poder, mucho más grande de lo que yo pensar. Viajar varias lunas por bosques, siguiendo el sendero de plata, para llegar pronto al muro como tu ordenar. Mucho problema en camino mi Reina, encontrar enormes criaturas de piedra atacando al clan del Gran Oso, y pasar allí una luna con el Clan, extranjeros derrotar con fuerza criaturas de piedra. Oso viejo decir que soñar con grandes males, pronto en Gran Verde. Clan del Oso partir al oeste, buscar refugio de criaturas de piedra. Después, grupo seguir, encontrar con espíritus malignos más adelante, parecer monos, pero gran-guerrera-pecho-de-metal, decir que ser demonios o palabra parecida, en gran claro, luchar con Clan de la Nube poderosa, por camino ver aldea de Zorros Rojos, destruida, todos muertos, creer que por espíritus-mono. Ahora en casa de Clan de la Nube poderosa, ellos ayudar, nosotros ayudar. El contador de historias extranjero narrar historias increíbles a Jefe de Clan, ellos tratar bien a extranjeros.-

La pequeña silueta azulada de la hechicera escucha con gran atención, intentando descifrar el complejo lenguaje de la semielfa. Tras unos minutos de silencio, retoma la palabra:

- Son muy malas noticias, sabemos que suele haber zonas conflictivas en Gran Verde, pero no en la zona por la que viajáis. Este asunto me preocupa cada vez más. Y los extranjeros...a parte de grandes guerreros, ¿qué piensas Narwen? ¿Confías un poco más en ellos?-

- Mi Reina, ser extranjeros, Narwen no confiar en extranjeros, pero por momento, en lunas de viaje ellos parecer buenos corazones, ayudar a gentes en peligro, y ayudar Narwen a dar camino de muertos a la tribu de Zorros Rojos.-

- Si, creo que puedes confiar más en ellos, no te dejarán en la estacada. Bien, diles que he tenido visiones, visiones de sangre, dolor y muerte, alguna amenaza grave se cierne sobre nuestra Tierra, pero las visiones son confusas, y no logro discernir nada concreto, seguid el camino al Muro, y veremos si puedes decirme algo más cuando lleguéis allí.-

- Reina, otra cosa, Narwen casi olvidar, la elfa rubia, ella portar una espada-luna de tiempos antiguos, yo ver, parecer gran arma de poder, pero extranjeros decir que arma dormida o algo parecido, yo no comprender, y elfa no parece usar en combate.-

- ¿Una espada-luna dices?¿Estás segura pequeña?-

- Narwen segura, extranjeros hablar hace unas horas sobre espada-luna, y elfa enseñar espada. Quizás mentir, intentar impresionar Narwen, pero espada parecer antigua, y nadie atrever a tocar...-

- Mmmm, esto es muy interesante, mucho, en mis visiones vi algo que...bueno, bueno, ya veremos, intenta acercarte a la elfa, Eliara, y averigua cuanto puedas de esa espada-luna, me interesa, pero se discreta, no te vuelvas excesivamente amable de pronto con la elfa o sospechará de ti.-

- Reina, tu siempre ser sabia, Narwen acercar poco a poco a elfa-poco-bosque, Narwen saber, tu no preocupar.-

- Bien, no les pierdas de vista, y viaja con cuidado, quizás sea mejor que te desvíes del camino de plata, busca senderos menos conocidos, aunque tardéis un poco más, parece que habéis encontrado demasiados problemas siguiendo el sendero de plata. Siento mucho el desastre de los Zorros Rojos, Narwen, sé que tenías algún pariente allí.-

- Si, Narwen encontrar responsables, Narwen enseñar camino de espíritus a ellos.-

- Claro que si, no lo dudo. Bien, cuando tengas más noticias de interés vuelve a hablar conmigo, necesito noticias del muro, y ahora mismo no puedo dirigirme allí, hablaremos pronto.-

La imagen se apaga suavemente, sobre la pequeña piedra roja. La semielfa, se queda unos minutos pensativa, una lágrima corre por su mejilla. Tras ello, se levanta, vuelve a asegurarse que todos duermen, y con su dulzura característica suelta una patada en las costillas al caballero Sir Percivale, que gime de dolor y abre los ojos, con una daga en la mano se incorpora rápidamente:

- ¿Pero qué?-

- Tu vigilar ahora, Narwen dormir ahora.-

El caballero se incorpora, doblemente incómodo, por la patada y por la mirada sensual de la semielfa.

- Por supuesto Milady, descansad con toda calma, yo vigilaré.-

La semielfa se desliza con suavidad bajo varias pieles y se duerme rápidamente.

viernes, 17 de mayo de 2013

RECUERDOS DE UN HALFLING IV: ... Y FUERA


La tormenta tronaba a lo lejos, descargando su furia en dirección Oeste, hacia el mar. Hacía no demasiado había azotado esas tierras, dejando lluvias torrenciales, iluminando la noche con el fulgor de sus rayos. Ahora la furia de la tormenta había pasado, dejando los riachuelos casi desbordados y el terreno cenagoso. Una luna creciente iluminaba tímidamente la zona cuando su resplandor no se veía cubierto por los jirones de nubes, rezagados de la gran tormenta, que arrastraba el viento.
Un búho plateado vigilaba su zona de caza desde un roble situado en una estratégica posición, dominando el cercano riachuelo y su vereda, así como los amplios prados que circundaban el alto muro que protegía una colosal edificación a no demasiada distancia.
Los búhos plateados eran endémicos del bosque de Ardeep, y eran unas maravillosas criaturas, de gran tamaño y notoria inteligencia. Según muchos estudiosos, miles de generaciones de residencia en las tierras faéricas de Ardeep les habían dotado de una naturaleza casi-mágica y de la inteligencia que esta conllevaba.

Este búho en concreto era conocido entre sus congéneres como Ojo Agudo, y hacía honor a su nombre, ya que poco pasaba en sus tierras sin que lo percibiese. Además de por su buena vista, Ojo Agudo era conocido por su extrema curiosidad, y ésta hacía que estuviese sorprendentemente satisfecho con como se estaba desarrollando la noche.
La tormenta le había impedido cazar durante varias horas, y cuando esta remitió, el sonido de cuernos y griterío procedente del gran edificio humano había mantenido a cubierto a las posibles presas. Sin embargo, ese tumulto procedente del normalmente silencioso edificio había sorprendido al curioso pájaro y exacerbado su curiosidad hasta tal punto que no había gruñido ante la falta de presas.
Sin embargo, la cosa no se había quedado allí. Al cabo de un rato las puertas del complejo se habían abierto, y una multitud de humanos habían salido a la noche, portando antorchas, gritándose unos a otros con sus poco armoniosos vozarrones y llevando aulladores perros. Habían registrado el prado y los bosquecillos de manera frenética y luego se separaron en grupos, internándose en bosques y cultivos y dirigiéndose con grandes prisas hacia la gran ciudad al Oeste.

Ojo Agudo había contemplado con enorme interés esos sucesos, preguntándose qué les pasaría a los humanos para que estuviesen tan nerviosos. Sin embargo, ya habían pasado varias horas desde que se habían marchado, y su atención había vuelto a encontrar algo con que cenar esa noche. Llevaba un buen rato contemplando a varios ratones campestres – buscando el momento adecuado en el cual se distrajesen lo suficiente como para caer sobre ellos – cuando un nuevo evento le sobresalto y mandó corriendo a los asustadizos roedores a sus madrigueras.
Una tubería que desaguaba en el cercano arroyo comenzó a borbotear sonoramente. Su anteriormente estable flujo de cenagosa agua aumentó su caudal, arrastrando gran cantidad de limo y barro y generando algo similar a una oleaginosa ola. Parecía que algo empujaba el agua y el barro de la tubería hacia el exterior.
El curioso búho se olvidó de los ratones y de su frustrada cena y fijó su atención en ese nuevo suceso. De ese modo pudo ser testigo de un insólito suceso que le dio mucho de que hablar ante sus congéneres durante varias lunas.

El borboteo se hizo más frenético, y unas pequeñas manos surgieron de la tubería, agarrándose firmemente a su borde exterior. Entre gemidos y jadeos surgió poco a poco una pequeña figura, demacrada y completamente cubierta de repugnante fango y otros innombrables fluidos. Tan cubierto de maloliente roña estaba que parecía uno de los fabulosos hombres de barro de los cuentos para niños. Únicamente los ojos, brillantes y enloquecidos, eran visibles y demostraban que se trataba de un ser vivo.

-¡Libre! ¡Por fin libre! – Farfulló la criatura con un grito infrahumano.

Sus dos brazos se levantaron hacia el cielo, y para más teatralidad aún (y para gran gozo de Ojo Agudo) justo en ese momento un rayo iluminó la escena con gran dramatismo y un trueno resonó con colosal estruendo.
Si supiese de la costumbre humana ante los espectáculos, el búho hubiese aplaudido entusiasmado. Y más contento aún estaría si supiese la identidad de la pequeña figura que, cojeando y maldiciendo, se arrastraba lentamente hacia Waterdeep, eludiendo las patrullas que le buscaban afanosamente. Este era uno de esos sucesos que, como los poetas afirmaban, agitaban los Reinos y hacían tambalear las cancillerías.
O cuanto menos hacían temblar a los interesados en sus pantalones.

Bertrand Pies-Belludos “el Horrible” volvía a estar en libertad, tras muchos meses de penurias y una fuga de las que se forjaban las leyendas: Había logrado escapar de los calabozos de la fortaleza que era el manicomio de “Los Brazos de Mystra”, incapacitado a varios enormes celadores a golpes con un hueso de costilla de cordero, y finalmente excavado durante horas por entre la repugnante mugre del laberíntico sistema de cloacas del manicomio hasta encontrar una salida. Nadie más que un halfling (famélico por añadiduría) hubiese logrado pasar por esa infernal red de estrechas tuberías. Y solo alguien con la determinación de Bertrand hubiese afrontado semejante calvario.

Y muy pronto tomaría cumplida venganza de los responsables de sus desdichas…