La IV Centuria, II
Manipulo, V Cohorte de la Legión XIII "Rapax" de Empirea
Legión penal
Tipo: Tropas regulares penales veteranas empireanas
(guerreros nivel 2-3)
Clases de Tropas: Infantería media/ligera empireana
(Hastati)
Escudo: Escorpión sobre fondo verde.
Origen: Empirea, reclutados en todo el imperio.
La XIII Legión “Rapax” es una legión del tipo consular que
se nutre de soldados condenados a lo largo y ancho de toda Empirea ya sea entre
ciudadanos o mercenarios al servicio del Imperio; es una legión penal, y una de
las unidades de peor fama de todo Empirea.
Aunque eficiente y letal en el campo de batalla, la Rapax
es un engorro para la reputación del Ejército Empireano, y por buenos motivos
ya que el sobrenombre de “Rapax” no le fue otorgado por nada. Incluso entre los
fríos Empireanos es considerada despiadada, sanguinaria, cruel y rapaz. Para
esta legión ninguna táctica es deshonrosa si permite la victoria, y después de
la victoria siguen los saqueos y los botines, puesto que la finalidad última de
la guerra son los beneficios; así de sencillo.
La historia de la Rapax es una larga serie de matanzas, saqueos
y actos despreciables y llenos de ejemplos de conductas deshonrosas. Uno de los
más engorrosos fue cuando la ciudad Hymeria de Aglabrio se rindió al ejército
empireano que la sitiaba y negoció los términos de la rendición. La XIII, que
formaba parte del ejército sitiador, ignoró estos acuerdos y entró en la ciudad
a saco; durante toda una noche saqueo, destrozó y violó la ciudad y a sus ciudadanos,
hasta que otras unidades lograron contener su violencia.
La legión también se ha amotinado varias veces a lo largo
de su historia, y ha sufrido numerosos castigos, entre ellos - en al menos tres
ocasiones - una Decimatio de la legión. En otra ocasión, un airado pro-consul
ordenó a una centuria pretoriana a su cargo el aniquilar por completo a un
manipulo de la XIII especialmente rebelde, como lección a toda la XIII.
Como la legión se considera una vergüenza para la
reputación de Empirea pero aún es un activo útil, se ha decidido no disolver la
legión, pero por seguridad no suele operar en su conjunto y por tanto la Rapax
ha sido dividida en pequeñas unidades (generalmente cohortes, pero en ocasiones
incluso centurias) las cuales han sido enviadas por separado a diversos frentes
– generalmente los peores y más peligrosos – en los cuales se las emplea para
aterrorizar y destruir al oponente, pero de una forma más controlada que si
actuase la legión en su conjunto.
La mayor parte de unidades de la XIII han sido enviados al
Limes Septentrionalis, para luchar contra los feroces Keltoi o los organizados
Thrax, mediante turbias operaciones negras e incursiones. Sin embargo varias
unidades han sido enviadas a otros lugares.
La IV Centuria del II Manipulo de la V Cohorte es una de
esas unidades destinadas lejos de la actual base de operaciones de la XIII.
Oficialmente se encuentra en una extendía misión de reconocimiento e incursión
en las peligrosos Montes Taurianos, y no se espera que vuelva a sus cuarteles
de Limia Minor en meses – si es que vuelve siquiera –. Sin embargo, la realidad
es que un ambicioso senador ha arreglado su traslado en secreto a las lejanas
tierras de Kadesh, aparentemente con el objetivo de sembrar el caos en el país
y abrir las puertas a una posible intervención Empireana.
Es muy probable que dicho traslado no haya sido siquiera
autorizado por el Senado Empireano y se trate de una maniobra particular de ese
senador, aunque en las turbias políticas del Senado Empireano uno nunca puede
estar seguro de nada sin comprobar las actas del Senado detenidamente.
Como la mayor parte de la Legión Rapax, esta unidad está
compuesta por soldados regulares medios/ligeros del tipo Hastatii, entrenados
para combatir en formación cerrada en las líneas frontales e intermedias de una
línea de batalla de legión, pero también de desarrollar formaciones más
abiertas o incluso combates sin formación en plan escaramucero. Los soldados
están equipados con ligeros escudos de madera laminada, más pequeños
y ligeros que los escudos del tipo scutum empleados por otras legiones Empireanos. Cada soldado está equipado con una gastada túnica de malla ligera del tipo
Lorica Hamata o una coraza de cuero reforzada con placas de bronce; en el caso de los oficiales puede tratarse de una coraza de escamas de bronce. Su
armamento se compone de las letales lanzas del tipo Pilum y espadas cortas y
dagas, aunque algunos soldados veteranos también poseen armas personales más
exóticas, generalmente trofeos de guerra. Los únicos adornos que llevan los soldados son el símbolo de la unidad en el escudo y si acaso penachos en lo alto de sus sencillos yelmos de bronce. Casi ninguno lleva condecoración alguna.
Pese a nutrirse de la hez de las legiones empireanas y
aglutinar en sus filas a los peores legionarios condenados y sancionados
(generalmente por robo, asesinato, amotinamiento y delitos similares), son
tropas veteranas, y son capaces de luchar con la disciplina y la sangre fría
que caracteriza a las Legiones. Favorecen el combate cuerpo a cuerpo y las
técnicas de choque frontal, pero los Rapax sacan igualmente provecho de las
emboscadas, golpes de mano y ataques sorpresa que otras legiones desprecian por
poco honrosas.
La Rapax no posee ninguna de las idiosincrasias o
particularidades regionales de otras legiones Empireanas ya que sus miembros no
han sido reclutados en una región en particular del imperio, pudiendo provenir
sus legionarios de cualquier otra unidad y por tanto región de Empirea. Los
legionarios rara vez sienten una especial camaradería por sus compañeros,
pensado más en su pellejo y beneficio que en el bienestar de estos. Esta es
probablemente la mayor debilidad de la unidad, junto con su notoria avidez de
botín. Como se trata de tropas prescindibles, la XIII Rapax nunca ha recibido ropas de primera o armaduras y armas especialmente ornamentadas, y el mantenimiento de las recibidas suele estar bajo mínimos, de modo que a diferencia de otras legiones, el típico soldado de la Rapax posee un aspecto desaliñado y más parece un bandido o mercenario venido a menos que un legionario de Empirea.
La IV Centuria del II Manipulo de la V Cohorte está dirigida
por el Centurión Decimus Appuleius, un veterano centurión perteneciente a una
familia de la II Clase que ha servido en las legiones durante más de cinco
generaciones.
Decimus Appuleius fue condenado a servir en la Rapax tras
un oscuro incidente que implicó la pérdida de casi una centuria de la legión IX
y una agresión a un presuntuoso pero influyente tribuno. La familia del tribuno
se las arreglo para que Decimus Appuleius fuese juzgado como responsable de la
pérdida de la tropa, de cobardía en el campo de batalla y de agresión a un
oficial superior. Faltos de oficiales expertos, el tribunal militar decidió
imponer la pena de servicios en la XIII Rapax en lugar de la muerte por
crucifixión o decapitación, de modo que el centurión salvó la vida pero quedó deshonrado
y prisionero en un infierno de legión, del cual es muy difícil salir salvo
mediante la muerte en servicio o la redención por algún acto excepcionalmente
heroico.
Desde su toma de mando de la IV Centuria, Decimus Appuleius
la ha convertido en una eficiente máquina militar, donde se obedecen sus
órdenes sin chistar y, si bien no se le ama, al menos si se le respeta y se le
teme. Muchos de sus soldados le son completamente fieles, puesto que ven que a
diferencia de otros oficiales de la XIII para él sus soldados no son meramente
carne de cañón, si no sus subordinados de los cuales él es el responsable.
Otros miembros de su centuria no le son tan fieles, pero le temen demasiado
como para desobedecerle.
La IV Centuria del II Manipulo
de la V Cohorte de la XIII Legión Rapax es una fría y eficiente máquina militar
caracterizada por su crueldad y el poco valor que otorgan a la vida ajena. Son capaces de los peores crímenes o las más crueles matanzas con tal de terminar rápido su misión u obtener un buen botín.