domingo, 30 de junio de 2013

UN DESCUBRIMIENTO

CARTA DE JHAELRYNA A HOOK

Arthury,

Supongo que ya te habrán informado. No quiero volver a verte en unos años, no quiero saber nada de ti, ni de tus asuntos. Olvídame, y aléjate de la Universidad o cualquier otro de mis asuntos.
Tu simulacro, además de atacarme, ha sido destruido.

Jhaelryna.


Carta acompañada de un paquete, con una máscara, un anillo y una capa de los Skulls.

miércoles, 19 de junio de 2013

HISTORIA DE UN HALFLING V: RETOMAR EL CONTRATO CON UNA TRACA


-¿Esta usté seguro que esto ta bien? – preguntó asombrado el carretero con el sombrero en las manos – Mie usté que yo soy conductor de bueyes, y no de estos carros tan finos

-Pues claro que si, mi buen carretero – contestó zalamero el Halfling – ya le he dicho que el conductor habitual se ha puesto enfermo repentinamente y que tengo que sustituirlo para llevar a unas importantes personas a Waterdeep. Además, si ha conducido pesados carros de carga llenos de madera, piedras, nabos, o lo que fuese, ¿Cómo no va a poder llevar a dos o tres personas?

-Bueeeeno. Visto así, tié usté toa la razón. Y la verdad es que ese puñao de plata que m’ha ofrecido nos iría mu bien a la parienta y a mi

-Magnifico, magnifico. Pues ya esta todo dicho. Y en cuanto al trabajo, pues es muy sencillo. Se pone usted esta capa y este sombrero tan elegantes y conduce el carro (es un carruaje, por cierto) a donde le digan esas importantes personas que tienen que llevarles. Usted no tiene que decirles nada, solo llevarles de un lado a otro. ¡Ah! Y se me olvidaba, cuando se suban al carro, tiene que dar la vuelta a este reloj de arena y calcular el tiempo del trayecto. Eso es todo. Es bien sencillo ¿no? – comentó el Halfling entregándole un elegante y recargado reloj de arena.

-¡Hum! Si usté lo dice. ¿Así que tengo que dar la vuelta a este reloj?

La mano del Halfling salió disparada e impidió que el carretero manipulase el reloj de arena. Su sonrisa era aparentemente cordial, pero los ojos centellearon con un brillo peligroso. Sin embargo, su baja altura impidió que el rústico individuo lo percibiese.

-Buen hombre, al reloj solo se le da la vuelta cuando los pasajeros se suban a la calesa y le digan donde quieren ir. En base al tiempo que marque el reloj, yo les cobro una cantidad ¿lo entiende?

-¡Ah! Mie usté que sistema mas nuvedoso. Y yo que creía que alquilaban el carro tó el día.

El pequeño individuo se toco la nariz con un gesto de astucia y sonrió abiertamente.

-Eso era antes, mi buen carretero. Con este sistema gano más dinero, puede usted creerme. Venga, déjese de historias. Tome esta capa y el sombrero, póngaselo y ale, al carro, que quiero que esté elegante cuando salga esa gente. Ah, y ya sabe, si le preguntan les dice que el otro carretero se puso enfermo y usted les sustituye, aunque no creo que ni se fijen en usted. Así de estirados son. Usted ya me entiende.

-Pos si señó, creo que le entiendo perfectamente. La gente de la gran ciudad son mu estirados, tié usté toa la rason. – fue parloteando el carretero según subía al carro – ¡Pero oiga! Este sombreo y la capa me quedan un poco apretaos ¿oiga?

Ante su asombro, el pequeño Halfling había desaparecido.

-¡Pues si que tie prisa el canijo! Le deben ir bien los negosios p’a ir corriendo de un lao p’al otro de esa manea tan presurosa. Bueno, a mi plim. Ya m’ha pagao la mitá del trabajo, y cuando devuelva el carro este tan fino, me dará la otra mitá. Una pequeña fortuna. ¡Si que está bien pagaó el conducir de un lao a otro a esta gente elegantosa! Mucho mejó que llevar puerros al mercaó…

Murmurando para si mismo, el carretero se instaló en el pescante del carruaje y esperó pacientemente en la calida noche a que saliesen sus pasajeros del elegante edificio frente al que estaba aparcado, sin saber que unos ojos ansiosos lo observaban a cierta distancia.
Bertrand Pies-Belludos “El horrible” se sonrió siniestramente.

-Esta vez no se escapara el miserable de Hook. Cuando suba al carro y nuestro rústico amigo de la vuelta al reloj, unos cientos de pasos de trayecto y ¡Buuuum! Lloverán cachos de elfo por doquier. ¡Buajajaja!

Una figura humana, atada como un salchichón, amordazada y con un prominente chichón, se removió y gimió con el consabido e inevitable ¡Hmmmff! Sus ropajes denotaban su profesión de conductor de carruajes, pero le faltaban capa y sombrero.

-Si, si. Ya lo se. Es una pena lo de tu carro, pero que le vamos a hacer. No se puede hacer una tortilla sin cascar antes los huevos. Por otro lado, deberías agradecerme que sea otro el que acabe esparcido por la campiña y no tú

-¿Hmmm? ¡Hmmmmffff!

-Para ti es fácil decirlo, jeje. ¡Ah! Creo que salen nuestros aspirantes a abono. – comentó jovial el asesino, sacando de su morral un voluminoso catalejo con el que observó ansioso a su presa.

En efecto, del edificio salían tres figuras. Un elfo de pelo oscuro y piel dorada con lujosos pero prácticos ropajes, otra elfa también de piel dorada pero con el pelo del color del oro y vestida con una ampulosa y recargada túnica, y por último una humana de elevada estatura, con el pelo rubio platino y con unas túnicas que demostraban su condición de sacerdotisa.
Bertrand sonrió con una mueca siniestra.

-Vaya, vaya. Nuestro amigo el elfo Hook, reconocido aventurero, pirata, borracho, putañero, y torturador de pobres e indefensos Halflings. Y le acompaña esa zorrilla estirada y pretenciosa de Jhaelryna Viconia, afamada archimala metomentodo. No esta mal, no esta mal. Dos pájaros de un tiro.
“Para redondear la noche me faltaría la tercera, la paliducha elfa Eliara Moonfist, la depravada amante de Hook (porque, hay que reconocerlo: hace falta ser depravado para querer tener algo con un individuo como Hook, ¡Brrr!); pero bueno, supongo que no se puede tener todo en esta vida ¿No? A la que no conozco es a la humana altota

-¿Hmf? Henf Hmaffa Helffeff, hmfeffoffiff mf Iffhhtifffa

-¿Mara Helder, sacerdotisa de Ishtisia? Ah, si. Bueno, pues mala pata para ella, Jejeje. Ahora silencio, no me distraigas del espectáculo, que no quiero perderme los fuegos artificiales – comentó distraído el demente Halfling mientras que con el pomo de una daga devolvía al mundo de los sueños al infortunado prisionero.

A cierta distancia, los tres elegantes aventureros comenzaban a abordar el carruaje.

-Al distrito de Palacio, buen hombre – ordeno altiva la hechicera elfa

-¿Al palacio? ¡Madre miá! Como usté ordene, su escelensia.

La elfa se detuvo bruscamente antes de subir al carro y miró al carretero con desconfianza.

-Oiga, usted no es el cochero habitual.

-Pos no moza, digoo, escelensia. Se puso indispusto y m’han mandaó a mi a sustuirle – contesto el carretero llevándose automáticamente el sombrero a las manos.

-Jhaelryna, querida. Deja a ese buen hombre en paz, que llegamos tarde… - comentó el elfo desde el interior del carruaje, donde se había apoderado de todo un asiento.

La hechicera hizo ademán de subir al carruaje, pero lanzó una última mirada inquisitiva al cochero, lo que le permitió ver como el sujeto daba la vuelta al recargado reloj de arena que tenía apoyado en el asiento. Lívida, se precipitó sobre este y le volvió a dar la vuelta.

-¡Oiga, moza! ¿Pero que hase…?

-¿Qué es esto? – jadeo la elfa

-¿Etó? Pos un reló d’arena que m´ha daó el jefe pa calcular cuanto tié que cobrarles…

-¿El jefe? ¿Quién es ese jefe?

       *                       *                         *

A cierta distancia, Bertrand oteaba impaciente el carruaje. La noche había caído ya, y pese a su catalejo, no veía bien qué es lo que pasaba exactamente, salvo que el carruaje no se movía.

-¿Pero que hacen esos memos? ¡Vamos, cretinos, poneos en marcha de una vez, que esta noche cenáis en el infierno…! Eso si, para festejar vuestra partida os he preparado unas tracas ¡Os quejareis! ¡Buajajaja!

Por fin el carruaje se puso en marcha, y el Halfling comenzó a contar, ansioso.

-… y trescientos ¡ADIOS, HOOK! – Aulló exaltado.

Pero no paso nada, y el carruaje continuó su camino ante la atónita mirada del asesino.

-¡NO, NO, NO! ¡Tenían que haber volado en mil pedazos! ¡Malditos objetos mágicos! – gritaba furioso en Halfling, saltando histérico sobre el catalejo y haciendo pedazos una obra de artesanía valorada en una pequeña fortuna.

       *                       *                         *


En el interior del carruaje, Jhaelryna acariciaba contenta un recargado y curioso reloj de arena mientras tarareaba distraída una alegre tonadilla élfica.


martes, 18 de junio de 2013

UNA APUESTA

Una gigantesca construcción se levanta en un paisaje desolado, es ovalada y está recargada en una decoración tétrica, llena de escenas de violencia, parece hecha de una mezcla de piedra negra y diferentes metales. De su interior surge un fuerte sonido, como de cientos de voces que gritan al mismo tiempo. Dentro se descubre una inmensa arena, el público está compuesto por cientos de diferentes y extrañas criaturas, entre las que abundan trolls y ogros. En un enorme palco de honor, destaca una inmensa forma, con enormes ojos rojos, una enorme boca y unos gigantescos brazos terminados en terribles garras, viste una vistosa armadura decorada con infinidad de enormes pinchos, a su lado varias enormes figuras bien armadas, y en una silla contigua una pequeña figura, es un humano delgado y pálido, con una larga melena canosa bien cuidada. Sobre el hombro de la inmensa figura se posa un pequeño diablillo que mira con ojos curiosos al invitado humano. Habla la enorme figura desde un trono hecho de infinidad de calaveras metálicas:

- BIEN, BIEN, PARECE QUE TU CRIATURA HA GANADO ALGUNAS APUESTAS, SIN DUDA ES BUENA EN EL COMBATE, Y ESO ME COMPLACE, LO QUE NO ME AGRADA TANTO ES QUE ME HA HECHO PERDER VARIAS APUESTAS...-

Responde con respeto la pequeña figura del humano:

- Mi Señor, lamento que mi criatura haya resultado ser tan fuerte, pero no quiero ser descortés en vuestro Reino, y por supuesto podéis traer a alguno de vuestros mejores guerreros para enfrentarse a ella, si lo deseáis podemos hacer un doble o nada...-

- JAJAJAJA! Lord Xolotul, tenéis sentido del juego y del respeto, eso me gusta. bien, un doble o nada, me parece bien. cespenar, quiero que traigan al pequeño môrul, veremos si puede con él.-

El pequeño diablillo echa a volar desde el gigantesco hombro de su amo, situándose ante sus ojos:

- Mi señor, no dudo de que estamos ante apuestas interesantes, pero...y desde todo el respeto...la última vez que soltamos al pequeño Môrul tardamos 100 años en atraparlo, y los destrozos y los costos y...-

- BASTA! DI QUE PREPAREN LAS CADENAS DE MITHRILL, LAS GRANDES, Y GANCHOS. SI NO LO PUEDEN DOMINAR YO HABLARÉ CON EL PEQUEÑO, PERO HE DICHO QUE LO SUELTEN, LA APUESTA MERECE LA PENA PEQUEÑO CONSEJERO.-

El pequeño diablillo se va rápidamente volando con un gesto de preocupación.

- VEREMOS, LORD XOLOTUL DE QUE PASTA ESTÁ HECHA VUESTRA GUERRERA, Y ESPERO QUE MANTENGÁIS VUESTRA PALABRA, O ME TEMO QUE VUESTRA PEQUEÑA COMITIVA NO REGRESARÁ AL ABISMO.-

La figura del humano empalidece ligeramente, pero acto seguido esboza una gran sonrisa.

- Mi Señor, mantendré mi palabra sin duda, veamos que nueva criatura queréis enfrentar a nuestra guerrera.-

Al poco tiempo se hace un anuncio que resuena por toda la arena, las voces y gritos se silencian mientras escuchan, y al poco tiempo un rumor surge entre las gradas, que va aumentando en intensidad poco a poco, hasta convertirse en un gran clamor:

- MÔ-RUL, MÔ-RUL, MÔ-RUL...-

El clamor cesa cuando se escucha el fuerte chirrido de unos engranajes antiguos al ponerse en funcionamiento, una gran puerta enrejada, antigua, comienza a levantarse despacio, de la oscuridad interior surge un rugido gutural.

Poco después en un gran salón, lleno de tapices y estatuas con escenas de terribles batallas y masacres, la enorme figura se relaja, bebe de una gran copa plateada y esboza una terrorífica sonrisa. El pequeño diablillo aparece ante su presencia, con una ridícula reverencia:

- Mi Señor, me alegra que ganarais tan importante apuesta, pero he de deciros que aún no han conseguido encerrar al pequeño Môrul. Los domadores suplican vuestra presencia.-

- ESTÁ BIEN, ECHEMOS UN VISTAZO CESPENAR, HOY ESTOY DE BUEN HUMOR, HAY QUE ENTENDERLE, LLEVABA MÁS DE DOSCIENTOS AÑOS ENCERRADO.-

Las dos figuras se desvanecen entre brillos multicolores para reaparecer en la arena, tres fuertes grupos de ogros sujetan tres enormes cadenas plateadas, parecen aterrorizados, y a punto de ceder ante la fuerza de lo que sujetan. Multitud de cuerpos de ogros y trolls están desparramados alrededor por la arena.

- PEQUEÑO, ESCUCHA, PEQUEÑO, PAPÁ ESTÁ AQUÍ, CALMATE O TENDRÉ QUE SACAR EL LÁTIGO, RECUERDAS?.-

La tensión en las cadenas se relaja ligeramente, los grupos de ogros respiran con cierto alivio. Los terribles gruñidos se calman ante la poderosa voz.

- VAMOS PEQUEÑO, HOY HAS DISFRUTADO, VUELVE A TU CASA, PROMETO QUE TE ENVIARÁN VEINTE RESES PARA QUE DISFRUTES.-

Del final de las cadenas surge una voz grave y lenta:

- GGGHHHH, PAPÁ BUENO CON MÔRUL SIEMPRE, MÔRUL OBEDECE, PERO MÔRUL QUIERE MÁS SANGREEE.-

- CALMA PEQUEÑO, PRONTO TENDRÁS MÁS SANGRE.-

La enorme criatura parece calmarse y vuelve hacia la gigantesca puerta de la que salió, los tres grupos de ogros sujetan las cadenas con firmeza mientras se cierra.
El pequeño diablillo parece muy inquieto, revolotea sin parar entorno a su Señor, y se retuerce las pequeñas manos.

- CESPENAR, PARA, ME ESTÁS PONIENDO NERVIOSO.-

- Mi Señor, veréis...- Se aleja unos metros, temiendo la reacción.

- He investigado sobre esos héroes de Rashemen que parecían inmiscuirse en vuestro plan maestro y...bueno, sin rodeos, creo que son los mismos que acabaron con vuestro cachorro, la Peste Negra, y...-

- ¿CÓMO?-

Las criaturas cercanas huyen despavoridas y el pequeño diablillo sale despedido ante la poderosa voz. La enorme criatura parece encenderse en llamas verde-azuladas, y acto seguido estallan varias bolas de fuego por la arena, un gran número de criaturas perecen entre terribles aullidos.

- MMMFFF, YA ME ENCUENTRO UN POCO MEJOR, DICES QUE ESOS, ¿SON LOS QUE ACABARON CON MI PEQUEÑO?-

El pequeño Cespenar surge de debajo de unos cascotes algo chamuscado:

- Si mi Señor, he investigado y son ellos, sin Duda. Se han acercado al ejército de Orgo, y lograron escapar y llevar una alerta al muro de Aglarond. Creo que podrían ser un pequeño riesgo para vuestros magníficos planes y...-

- BASTA, NO QUIERO OIR MÁS, HABLAREMOS CON EL PEQUEÑO, Y LE DEJAREMOS QUE CACE A ESOS ESTÚPIDOS MORTALES, ESTOY SEGURO QUE LE ALEGRARÁ UN POCO DE AIRE Y SANGRE FRESCOS.-

- Mi Señor, le diréis al pequeño que son los que acabaron con su querido compañero de juegos?-

- CLARO QUE SI, JAJAJAJA, ESO LE HARÁ ENLOQUECER AÚN MÁS, PERO LE EXPLICARÉ ANTES COMO DEBE ACTUAR. PAGARÁN POR LO QUE HICIERON. CESPENAR OCÚPATE DE PREPARAR UN PORTAL ADECUADO, QUIERO EL MÁS ABSOLUTO SECRETO PARA ESTO, ¿ENTENDIDO? YO VOY A HABLAR CON EL PEQUEÑO MÔRUL Y EXPLICARLE...-

- Como deseéis mi Señor, el portal estará listo cuando vuestra magnificiencia lo desee.-


- ESPERO QUE ANTES.-