sábado, 9 de marzo de 2024

LA MANADA OLFATEA LA PRESA

Una serie de colinas tupidas de árboles, está atardeciendo, en un escondido claro un numeroso grupo se mueve, encienden pequeños fuegos y montan tiendas. Una gran figura femenina está junto a un gran fuego, mientras su gordo lugarteniente prepara algo de comer en un cazo.

- ¿Cómo va eso Mel? Tengo hambre.-

- Un poco de paciencia Jefa, ya queda poco...-

Repentinamente la hoguera crece y se vuelve de un color azulado, los hombres corren asustados por el campamento, Mel ha caído al suelo con todo el guiso desparramado por encima, chilla como un cerdo pues se está quemando, pero la gran hembra no se ha movido y mira el azulado fuego con atención. Una mano enguantada aparece entre las llamas y lanza un pergamino sobre la enorme semiorco, que lo atrapa al vuelo. El fuego vuelve a la normalidad. Tuka está con los ojos muy abiertos, mira el pergamino con curiosidad y mucha desconfianza, pero finalmente vence la curiosidad, y lo lee:

 

A la Noble Tuka,

 

Estimada señora Tuka, ha llegado a mis oídos que andáis tras los pasos de cierta presa que se os escapó hace cosa de un año. Esa presa a la que me refiero es cierta semielfa, algo paleta y de pocos modales, de nombre Rashina. Supongo que si andáis tras ella será por buenos motivos, imagino que principalmente económicos.

El caso es que yo sé dónde va ha estar próximamente, y dado que es una información que sin duda valoraréis, he decidido dárosla. Pero una vez que la capturéis o liquidéis, simplemente recordad que me debéis un favor, cuando llegue el momento os pediré algo a cambio.

La paletilla se encontrará en la ciudad de.....en cosa de una semana.

 

Recibid Saludos.

 

La enorme semiorco está de pie, una gran sonrisa se va dibujando en su cara a medida que lee. Sus hombres se van recomponiendo y se van acercando a ella. Mel se ha puesto en pie y se limpia con un trapo todo el guiso que tiene por encima.

-¿Y bien jefa? ¿Estamos contentos?-

Tuka le mira con una gran sonrisa, mostrando sus terribles colmillos.

-Estamos muy contentos Mel. ¡Muchachos! ¡Descansad unas horas y no os preocupéis por ese fuego, Mel derramó su extraño guiso y parece que explotó! Jajajajaja. Al alba partiremos, tenemos un encargo bien pagado, y no podemos fallar. ¿Estamos?-

La panda de forajidos corean su nombre sin demasiado entusiasmo, aún temerosos de ese fuego, ninguno se ha creído lo del guiso. Tuka les mira fijamente, sonríe y grita:

-¡ORO! ¡MUCHACHOS ORO! Nos lo han prometido, y os aseguro que será una suma interesante.-

Los bandidos blanden sus armas, y ésta vez gritan su nombre con entusiasmo:

- ¡TUKA, TUKA, TUKA, LA PERRA VERDE NOS GUÍA!-

Vuelven a sus quehaceres y descansos, Tuka se gira hacia Mel de nuevo:

-Prepara otro guiso.-

Mel mira con desconfianza el fuego, y pone con un palo la cazuela de nuevo.

- No va ha repetirse imbécil. Era un mensaje muy interesante de alguien desconocido, el caso es que  nos da la ubicación de esa joven hija del herrero que se nos escapó, por tu ineptitud...-

- Jefa, el imbécil del herrero se interpuso, pensé que atravesé a los dos, ¿cómo iba a saber que esa zorrita sobrevivió?-

-¿Levantando el cadáver y mirando pedazo de imbécil?-

El robusto hombre va a responder, cuando la enorme hembra levanta un dedo, y se calla.

-Da igual, si este mensaje es cierto, en una semana tendremos a la vista a esa mequetrefe, y terminaremos lo que empezamos. Esos encapuchados han prometido una buena suma, y aunque son escoria, siempre han pagado bien. Así que mañana al alba partiremos, procura que la moral esté alta, o al acampar te daré unos cuantos latigazos para que los muchachos rían un poco...¿Estamos?-

Mel empalidece, sabe que su jefa Tuka no lanza amenazas a la ligera, sabe que hay muchas posibilidades de que lo muela a palos para que los hombres se diviertan.

-Jefa...mañana estarán todos listos al alba, y con buenos ánimos, no os preocupéis, y enmendaré mis errores, cuando encontremos a la granjera zorrita le daré lo que se merece...-

- Eso espero, en cuanto a la granjera zorrita (me gusta el mote) ya veremos, igual hay que dejársela un rato a los muchachos, hace semanas que no se divierten y eso no es bueno para la moral...ya veremos. Y ahora...¡Cocina de una vez!-

El gordo Mel se pone a guisar a toda prisa, sudando y algo pálido.

Tuka 'La Perra Verde'