Salve
Decimus Appuleius
Confio en
que tu padre, el venerable Decimus, se encuentre mejor de esas fiebres
invernales que le aquejaron. Fue un valiente soldado y se merece un buen
retiro. ¿Te he contado que sirvió a las órdenes de mi abuelo en la XXVI campaña
de los Montes de Samnos? Mi abuelo siempre me habló de esa difícil campaña, con
nieve hasta las rodillas, perdidos en ese infernal laberinto de valles y
colinas, y con los malditos samnitas cazándolos como a bestias. Pero siempre
dijo que tu padre mantuvo la compostura y la sangre fría, y por eso le propuso
para que el senado le concediese la Corona Graminea; lamentablemente se tuvo
que conformar con una Mentio Tripartita…
Bueno,
basta de divagaciones. Por tu larga tradición familiar se que eres un valiente
soldado y que si te encuentras entre esa escoria de la XIII Legion Rapax es por
motivos puramente circunstanciales. Así pues, como te comentó mi agente, te
prometo que si llevas a cabo bien la misión que te encomiendo no solo lograrás
la promoción que buscas desde hace tanto tiempo, si no que te reinstauraré en
tu honor y lograré que se te levante la sanción de servir en la XIII.
Pero por
el momento, servir con esos carniceros te será útil. He arreglado que tú y tu
unidad seáis enviados a una larga misión de reconocimiento por los montes
Taurianos, pero en realidad embarcareis en el pequeño puerto de Ligáis. He
contratado un navío que te llevará a ti y a tu centuria a las lejanas tierras
de Kadesh. El capitán y la tripulación son unos contrabandistas helénicos de lo
más vil, y no saben a quién llevan, pero si donde llevaros. Cuando lleguéis a
vuestro destino encargaros de que no puedan contar historias indiscretas, ya me
entiendes.
Otros
contrabandistas, con menos información comprometedora, ya os irán pasando el
material necesario a través de algunos agentes que tengo en las ciudades y
puertos de la zona.
Bien, en
cuanto a tu misión, es bien sencilla. Mis agentes han oído acerca de un nuevo
movimiento popular o religioso que clama por la independencia de esa zona de
Kadesh de la supremacía niliense y por limpiar de herejes las tierras sagradas
y todas esas tonterías. Bueno, eso no es nada nuevo en esas tierras bárbaras,
pero a mí me brinda una gran oportunidad. Si
se desestabiliza la zona lo suficiente y los Kadeshitas vuelven a las
andadas, robando a mercaderes, pirateo descontrolado y quemas masivas de
extranjeros en la plaza del pueblo, nadie podrá oponerse a una misión de
"pacificación" en esa región. Y si logramos establecer a un rey
cliente allí, las puertas de Nilia estarán abiertas. Podremos hacer una
lucrativa campaña por Nilia con poca o ninguna excusa, o sencillamente aceptar
los sobornos millonarios que esos decadentes nos pagarán con el fin de evitar
nuestra furia.
Necesito que
tú y tus corta-cuellos sirvais de asesores a esa chusma de cabreros y bandidos
para que puedan tomar las ciudades de la costa. Que maten y saqueen lo que
quieran. Cuanta más sangre mejor.
Necesito
que el año que viene ya estén asolando la región costera y asesinando
mercaderes y extranjeros, ya que para entonces seré pretor y estaré en posición
de garantizarme la pro-pretoria y la sacrificada misión de cazar piratas.
Mi fortuna
estará garantizada y mi camino hacia el consulado también. Y puedes tener por
seguro que no me olvidaré de los que me ayudaron.
No me falles
y no te arrepentirás.
Firma
A.M.A. (y un sello con un lobo con una serpiente en la boca)