LA MONEDA I
Un salón, al fondo una gran chimenea, delante de ella dos
figuras reptilianas ronronean. A corta distancia dos hombres hablan:
- ¿Qué me traes de nuevo? Espero que tengas la dichosa
moneda...-
- Mi señor...veréis...-
El segundo en hablar es una pequeña figura, se encoje cuando
tiene que seguir con las explicaciones:
- Un grupo de extraños personajes, me temo que se
interpusieron en nuestra adquisición, cuando llegué observé varias figuras que
abandonaban la casa de Scornubel entre sombras, mientras la débil construcción se
consumía en llamas...-
- ¿Cómo? ¿No traes la moneda?, debería mandarte azotar
durante un par de horas, y después enviarte de nuevo tras su pista. Necesitamos
esa moneda imbécil. Es algo prioritario, demasiado valor para que caiga en
manos de unos descerebrados. ¿Quién se la llevó? ¿Qué fue de nuestro hombre de
Scornubel? ¿Sabes algo o debo buscarme otro informador?-
- Milord, después del incendio, rebusqué en las cenizas, y
creo que acabaron con todos nuestros hombres, después hablé con ese elfo, ya
sabéis, Merovingio, el caso es que me contó una curiosa historia, un grupo de
extraños personajes, entre los que se encontraban dos drows (hembras) seguían
la pista de nuestra moneda, la vieja los había contratado para encontrarla. El
elfo me dijo que los acompañaban un semielfo y un halfling que estuvo un rato
hablando con una de sus camareras...-
- ¿Dos drows dices? Eso es malo, muy malo, espero que no se
hayan enterado de nada...Bien, eso ya es algo, pero debiste hacerte con la
moneda, sabía que ese estúpido guerrero no era de fiar, a pesar de que le dejé
un valioso aliado...en fin, procura seguir la pista de ese grupo, no les
pierdas de vista, no andarán demasiado lejos de Scornubel.-
- Si Milord, partiré de inmediato, necesitaré algo de oro
para el camino...-
- Pídeselo a Ramsey, y lárgate, antes de que piense que no
me eres de utilidad, espera un momento, llévate unos hombres contigo, eres
bueno en el rastro, pero necesitas músculo.-
Uno de los pequeños dragones alza la cabeza y mira al
delgaducho, después mira al otro humano, como
preguntando: '¿puedo?', el humano le sonríe, se acerca y le da unos
cariñosos golpes en la cabeza:
- Tranquilo, Xantariax, tranquilo, esta vez no nos fallará,
¿verdad?, si lo hace será todo para ti.-
El delgaducho se estremece, y hace una ligera reverencia:
- Volveré con la moneda Milord.- Y se retira con ciertas
prisas. El pequeño dragón suelta un ligero bufido hacia él, y vuelve a
acercarse a la gran chimenea.
Un enano surge de las sombras tras la partida del
delgaducho:
- ¿Milorddd?-
- Mmm, bien 'Cazador', imagino que no has perdido detalle de
la conversación con ese estúpido. Quiero que te encargues personalmente, tráeme
esa moneda sin tardanza, busca ese grupo, dos drows hembras, un halfling y un
semielfo, peculiares, no creo que te suponga mucho esfuerzo.-
- No..., será fácil Milord. Pronto tendréis esa moneda.
Pero, ¿qué hay de mi pago?-
- Si, claro, ya sabes que el Culto es generoso, no tienes
que preocuparte, el delgaducho es tuyo, pero déjale hacer, es bueno como un
perro siguiendo pistas, te aconsejo que le sigas, cuando tenga la moneda en mis
manos tendrás lo acordado, los tres niños.-
- Bien Milord, bien. La moneda será vuestra en un parpadeo.-
El enano sonríe, y se dirige a la puerta del elegante salón,
cuando la alcanza gira la cabeza:
- ¿ Qué hago con los portadores? ¿Los queréis vivos? ¿Os los
traigo?-
- Cazador, no tiene importancia, haz con ellos lo que
quieras, yo sólo quiero la moneda, ¿entendido?-
- Si.-
- Espera...las dos hembras drow, casi mejor que te deshagas
de ellas, no conviene dejar cabos sueltos.-
- ¿Dos hembras drow? imagino que no será fácil, pero se hará
como pedís, a mi regreso quiero el pago listo.-
El corpulento enano sonríe ligeramente, y se retira sin más
palabras.