Una pequeña habitación, tiene varios espejos y tres bolas de
cristal sobre sus atriles. Multitud de pergaminos, libros, y otros escritos
abarrotan varias pequeñas mesas. Entre ellas se escucha un murmullo:
- Ay, ay, ay, ¿Cómo se lo digo a su magnificencia? En el
momento que sepa que esos héroes le dieron una paliza gitana a su pequeño, y
que sólo se llevó a uno por delante, creo que mis días terminan. ¿Y si me voy?
No, no, no, muy peligroso, me encontraría enseguida. Mi Señor, no se
caracteriza por la piedad, y menos cuando se le llevan malas noticias. Y encima
el pequeño Morûl reapareció en el plano fuera de sí, por haber sido derrotado,
y escapó. La que estará liando por el plano, no quiero ni pensarlo. Piensa
Cespenar, piensa, ¿qué puedes hacer para salvar el pellejo?.-
El pequeño diablillo deambula nervioso por la habitación,
pequeñas gotas de su sudor caen desde la cabeza, llegando al suelo como
pequeñas llamas. Tras un largo tiempo, echa a volar y se posa sobre una cómoda
percha que cuelga del techo, ha dejado de sudar y sonríe.
- ¡Lo tengo, lo tengo!, por algo he sobrevivido tantos años
al servicio de mi Señor, porque no soy un descerebrado como la mayoría de sus
seguidores.-
Baja rápidamente al suelo, y toca una campanilla plateada,
unas puertas se abren en el otro extremo de la habitación, aparece un enorme
ogro, vestido con puñetas, chaqueta verde con rombos rojos, y un enorme cetro.
- Cheñó, ¿en que puedo cherviroch? -
- Chambelán, ¿tu sabías escribir verdad? -
- Chí cheñó Cechpenar, dechpachio, pero ché.-
- Bien, bien, siéntate, empezaremos una importante carta y
así, de paso vemos si tu escritura ha mejorado...-
La cara del pequeño diablillo irradia maldad, aunque muy
bien disimulada. Tras unas horas agotadoras, consigue que el chambelán escriba
la carta y la firme.
- Perfecto, ahora llévasela a nuestro Señor, seguro que está
encantado con tus progresos en la escritura, algo muy útil para un buen
chambelán.-
- ¿Uchted cree Cheñor Cechpenar?, Chi, chi, che la llevo
ahora michmo.-
El ogro sale de la habitación, y Cespenar suspira con
alivio:
- Uffff, menos mal, bueno, a ver si encuentro a un nuevo
chambelán, creo que hará falta pronto, ji, ji, ji.-
Unas horas después, Cespenar se reúne con su amo, porta un
gran número de pergaminos, y unos pequeños anteojos. Entra en una gran sala, al
fondo su señor sobre un enorme trono, discute de forma tranquila con una
criatura que recuerda a un troll. A sus pies descansan los restos humeantes de
una chaqueta con puñetas y un báculo fundido, ahora pegado al suelo.
- AHHH! CESPENAR, A TI QUERÍA VERTE. ¿QUÉ ES ESO DE QUE HAN
DERROTADO A MI PEQUEÑO? Y ESO DE QUE SÓLO SE LLEVÓ A UNO POR DELANTE? ¿ES
CIERTO TODO ESO QUE ME HA CONTADO ESTE?-
La gran figura hace un gesto despectivo hacia los restos
humeantes del suelo.
Cespenar hace una profunda reverencia, al tiempo que se le
caen varios pergaminos, lo que hace sonreír a su señor.
- Mi señor, acabo de enterarme, ¡qué terrible! Si, parece
que esos mortales no se cansan de ofenderos...en fin tengo algo que puede
alegraros ¡oh Magnificencia...!-
- HABLA PEQUEÑO, Y TU...- Señala a la otra criatura.- BUSCA
AL PEQUEÑO, NO QUIERO QUE PASE CIEN AÑOS DESTRUYENDO MI PLANO COMO LA ÚLTIMA
VEZ.-
- Si amo, lo encontraremos rápido.- La figura sale corriendo
de la sala.
- ¿Y BIEN CESPENAR? HA SIDO UNA BUENA JUGADA LO DEL
CHAMBELÁN, LO RECONOZCO, Y COMO ME HA HECHO GRACIA, SEGUIRÁS CON VIDA, AHORA
DAME ESAS BUENAS NOTICIAS.-
- Mi señor, el grupo de asquerosos héroes, se ha adentrado
en un sitio peligroso, en los Manglares del sur, ya sabéis donde reside el
Príncipe, al que intentamos contactar con ese débil druida. Parece que han
tomado contacto con las bestias, aunque por el momento parece que no se
destruyen, no creo que esas bestias, conociendo su codicia y desconfianza les
dejen ir tranquilamente...-
- MMMHHH, NO LOS SUBESTIMEMOS DE NUEVO PEQUEÑO CESPENAR, SI
HAN TERMINADO CON MI PEQUEÑO, TIENEN GRANDES CAPACIDADES, MANDA UN MENSAJE A
LAS BESTIAS, DILES QUE PORTAN UNA CANTIDAD INCREÍBLE DE MONEDAS, CREO QUE ES LO
QUE MÁS LES GUSTA A ESOS MORENILLOS ALADOS ¿NO?.-
- Si amo, no dejáis de asombrarme, qué intelecto, qué
sabiduría, es algo abrumador...y...¿a cuál de las bestias enviamos el mensaje?
Hay muchas mi Señor.-
- JA, JA, JA, ¿NO DEJO DE ASOMBRARTE? ¿INTELECTO?
¿SABIDURÍA? JAJAJAJA, VAMOS, CESPENAR, YA HAS SUPERADO LA PRUEBA, NO TE MATARÉ
HOY, PUEDES ESTAR TRANQUILO, ADEMÁS ME ERES MUY ÚTIL. ¿A CUÁL? DA LO MISMO,
PERO QUE NO SEA AL PRÍNCIPE, ESE CREO QUE ES LISTO, NECESITAMOS ALGUNO QUE SEA
MÁS DÉBIL, Y QUE CREA LA HISTORIA, MÁNDALE UN SUEÑO.-
- Mi señor, ahora mismo. ¿Falta mucho para dar comienzo al
avance? Quizás su magnificencia lo ha pensado ya, pero mientras los héroes
están ocupados se podría...-
El pequeño diablillo se encuentra aplastado entre unas
enormes garras:
- Ggghhh mi Señoggg yo golooo.-
- LOS CONSEJOS ESTÁN DE MÁS PEQUEÑO, LÍMITATE A TUS TAREAS,
EL PLAN ES MÍO, Y SÉ COMO MARCHA, Y NO, NO PUEDEN AVANZAR AÚN, TIENEN QUE
UNIRSE MÁS TROPAS O NO LO LOGRARÁN.-
La enorme figura sonríe dejando ver varias filas de enormes
dientes, y libera su presa, el pequeño Cespenar está pálido y toma aire,
haciendo nuevas reverencias.
- Perdón Mi Señor, a veces olvido en mi estupidez que
vuestro poder ve más allá...-
- NO PASA NADA PEQUEÑO, PERO NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE
HACER NUNCA MÁS. AHORA ENVÍA ESE SUEÑO, SI LAS BESTIAS ACABAN CON ELLOS UN
PROBLEMA MENOS, Y SI NO, AL MENOS QUE LOS ENTRETENGAN, SI LOS HÉROES ACABAN CON
ELLOS, PUES UN TERRENITO MÁS PARA LOS NUESTROS. SEA COMO SEA, NOS VIENE BIEN,
PERO NECESITAMOS ESE ENFRENTAMIENTO.-
El pequeño Cespenar, sale disparado, sin dar la espalda a su
Señor.
- ESPERA, JA, JA, JA, RECOGE TODOS ESOS PAPELUCHOS, ANTES DE
IRTE, NO SEA QUE TE DEJES ALGO IMPORTANTE.-
El diablillo los recoge rápidamente y sale disparado.
1 comentario:
Estos diablillos de la prolifica familia Cespenar. Uno sirve a Bhaal, otro a (presumiblemente) Vaprak... unos chicos listos.
A su amo se le va a tener que dar un correctivo por meternosen tantos lios, eso so. ¡Apor el, Eliara! que para eso tiene ahora una Moonblade y es la elegida de los Yuir...
Publicar un comentario