jueves, 22 de octubre de 2015

LA BÚSQUEDA COMIENZA

Un enorme salón, ricamente decorado, tanto que está sobrecargado de muebles, divanes, y obras de arte. Varias figuras están de pie, algunas sentadas, todas parecen nerviosas. Unas enormes puertas se abren, y un elegante mayordomo anuncia una visita esperada:

- Milords, Miladys, Tindarell de la casa Aelorothi acompañado de su sobrino, el noble Mirthal.-

Dos elfos elegantes y con aire marcial entran en la sala, ambos llevan un paso de soldado. Saludan a los presentes con cortesía. Los presentes devuelven el saludo con la misma cortesía, ofrecen un frugal ágape, y entran en materia con rapidez, habla un elfo rubio, vestido de manera sobrecargada, con ricas ropas y muchísimas joyas:

- Señores, es un honor tenerlos en nuestra casa, menos mal que han llegado, por favor siéntense.-

Tindarell responde sin muchos miramientos:

- No se preocupe Milord, estamos bien como estamos, por favor cuéntenos qué le ocurre al noble clan de los Roseruby para llamarnos con tanta urgencia.-

- Verán, nuestra pequeña ha desaparecido, hemos hecho algunas indagaciones, y no la hemos encontrado por la ciudad, hemos mandado algunos agentes por la isla a ver si estuviera oculta en algún lugar, o hubiera decidido visitar alguno de los lugares sagrados, pero tenemos sospechas de que ha podido huir hacia el continente, aunque intentó disimularlo, estoy seguro de que no estaba contenta con su compromiso concertado. Lo último que sabemos es que se disponía a estudiar magia en Taltempla, pero parece que nunca llegó a la ciudad.-

- Vaya, eso suena terrible Milord, espero que la encuentren pronto, seguro que andará por la Isla, queriendo vivir alguna aventura, sin faltar al respeto de los suyos, es conocido que en el clan de los Amarillis hay cierto gusto por...viajar.-

Otro elfo reposa en un cómodo diván, es tan rubio que su pelo parece blanco, y sonríe:

- Ves hermano, ya te lo dije, la muchacha necesita viajar un poco y despejar la mente, tantos años metida en esta Isla...eso puede volver loco a cualquiera.-

- Elandoor, no creo que seas el más indicado para juzgar este asunto, tu siempre andas metiendo ideas alocadas a todos los niños del clan, además mi hija siempre ha sido tu debilidad, ¿no sabrás algo verdad?-

- ¿Yo? qué Corellon me maldiga, no sé nada hermano, reconozco que tu hija es mi sobrina predilecta, pero no se nada de dónde puede estar, yo soy el tío ¿recuerdas? la educación es cosa tuya, yo estoy para dar caprichos...-

- Vale, vale, estoy muy preocupado Lord Tindarell, hemos contactado con ustedes, por la gran reputación del clan Aelorothi, intachables en todo y quisiéramos pedirles ayuda en este momento de necesidad.-

- Por supuesto Milord, podéis contar con nuestra casa para lo que sea necesario, aquí, les presento a mi sobrino Mirthal.-

- Es un honor, la verdad es que la reputación de vuestro sobrino le precede allá por donde va.-

Un elegante elfo dorado, pica tacones y se cuadra.

- El honor es mío Milord, en cuanto a la fama, exageraciones sin duda.-

Una elfa irrumpe en la conversación, es joven y mira a Mirthal con ojos lujuriosos:

- ¡Oh! cuanta humildad, Lord Mirthal sois conocido por toda la ciudad, y dicen que muchos elfos jóvenes os han jurado eterna venganza por traerlos de vuelta a Evermeet.-

- Milady, he traído a algunos descarriados a la Isla, eso es cierto, pero sólo cumpliendo mi deber, y velando por su seguridad.-

El nervioso padre le mira con esperanza:

- Bien, bien, Lord Mirthal, en ese caso ¿podrá nuestra familia confiar este asunto en vuestras discretas manos?-

- Milord, como caballero os prometo que haré todo lo que esté en mi mano para traeros a vuestra hija sana y salva.-

Varios gestos de aprobación recorren la sala, parece que ambos clanes llegan a una serie de acuerdos. Tan solo Elandoor en su diván no parece muy contento con todo el asunto, y se disculpa para salir de la sala con ciertas prisas.

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Un elegante velero atraca en un enorme puerto, acaba de alcanzar la ciudad de los Esplendores tras varias semanas de viaje, comienzan a bajar varios elfos, y por una rampa baja con solemnidad un caballero en su montura, ambos deslumbran por su porte y elegancia aunque parecen sacados de tiempos remotos, se paran justo al tocar tierra, el caballero mira a una joven elfa que registra la descarga de mercancías con atención.

- Buenos días Milady, afortunadamente hemos llegado finalmente.-

- Si Milord, así es, los vientos nos fueron propicios.-

- He oído que sois una vieja amiga de Elvendrana Roseruby, ¿es cierto?-

La joven elfa parece algo agitada ante una pregunta que no esperaba.

- Er...si, somos amigas desde niñas, ¿por qué? ¿le ha ocurrido algo?-


La impresionante montura mira al caballero, entrecerrando los ojos.

- Jovencita, lo habéis hecho bastante bien, pero se nota un ligerísimo titubeo en vuestra voz, que me dice que intentáis ocultarme algo, os ruego que me digáis la verdad, su familia está muy preocupada por ella. ¿Debo añadir que el clan Roseruby es enormemente rico y podría haceros la vida muy complicada?-

- Veréis yo...(cara de miedo).-

El impresionante caballo de un color gris plateado, gira su cabeza hacia a ella, y habla:

- No tenemos mucho tiempo jovencita, así que si no te importa...-

- Vamos 'Viento de Plata' no hay necesidad de intimidar con malos modos, esta muchacha nos dirá lo que sabe de buena gana ¿verdad?-

- Milord, se embarcó hace unas semanas, bajo el nombre de Elifana, la colé como un grumete, eso es todo lo que sé, desembarcó en esta misma ciudad y no he vuelto a tener noticias, espero que esté bien, es mi amiga...-

- Por tu bien espero que así sea, gracias. Si la ves debes intentar retenerla, y rompe esta pequeña vara, así sabré que está contigo. ¿Queda claro?.-

- Como un manantial de Evermeet.-

El imponente elfo gira a su corcel y avanza con paso tranquilo por la ciudad, llama la atención en exceso, su corcel se gira de nuevo hacia él, a medida que avanzan:

- ¿Qué le pasa a esta especie subdesarrollada? ¿Nunca ha visto un caballero?-

- No creo amigo, esta especie, ya sabes, no es la primera vez que nos toca viajar por aquí...-

- Si Mirthal, pero no me acostumbro, son ruidosos, huelen mal, y lo que más me molesta es que me comparen con sus molestos caballos.-

- No te preocupes, será un viaje corto.-

La brillante figura se pierde por una enorme avenida de Waterdeep, de vez en cuando aparta a algún curioso con un suave golpe de su lanza.

1 comentario:

Titoki dijo...

Oh, no! Un caballero elfico a la caza de la pobre Elvendrana! Erevan, líbrame de esos memos estirados! Pues la elfita le va a guiar en una hermosa caza por toda la Costa de la Espada, así que esos planes suyos de "corta visita" se le van a atragantar. Ya veremos si tan siquiera la encuentra... jejeje.