lunes, 10 de marzo de 2014

ENTRE LAS COLINAS ROCOSAS

Una extensa pradera, atardece, una figura solitaria camina por un estrecho sendero entre las altas hierbas, es un anciano apoyándose en un decorado callado. Alcanza una enorme pared justo frente a un pequeño lago de aguas estancadas, oscurece, la luna se alza en todo su esplendor, y una serie de runas comienzan a brillar por toda la enorme pared.

- Si, si aquí es, esta runa...-

Toca cuidadosamente una serie de bloques pequeños de piedra en la pared, de pronto suenan fuertes crujidos y unas enormes losas de piedra se desplazan lentamente, se abre una enorme puerta de piedra, su contorno brilla a la luz de la luna, se crea una nube de polvo y aire enrarecido, el anciano baja con pasos tranquilos por una enorme escalera, pronto se encuentra ante unos enormes subterráneos. Multitud de estatuas, runas y otros ornamentos adornan grandes salas y pasillos. Comienza a escucharse un rumor, primero lejano, se va acercando poco a poco al anciano, que se para en el sitio en el que está, tranquilamente, como quien espera a comprar el pan de cada día. Por todas partes surgen orcos, goblins y varias bestias que llevan encadenadas, rodean rápidamente a su presa, son cientos. Un enorme orog enfundado en armadura completa se adelanta sonriente:

- Ugh, viejo humano, ¿qué haces en nuestros dominios?, sabes, pronto te reunirás con tus ancestros.-

El anciano mira con brevedad a los ojos de la enorme bestia, sonríe y habla:

- Oglûk, hijo de Aglâk, has destruido muchas vidas, has gozado de muchos vicios, has matado, has fornicado, y has creado tu pequeño reino, pero ¿de verdad crees que eso me puede asustar?-

El enorme orco mira a su alrededor algo confuso, después centra sus crueles ojos en el anciano:

- ¿Cómo sabes mi nombre vejestorio? Nunca te vi antes, ¿quién eres?-

- Eso no te importa Oglûk, sólo estoy de paso, y tus huestes me dejaran paso ahora, con o sin tu consentimiento.-

Una luz surge del anciano, poco a poco gana en intensidad, toda la chusma que lo rodea se tapa los ojos doloridos. Al bajar sus manos, sus caras cambian, el anciano ya no es un anciano, es un gigantesco orco, enfundado en una enorme armadura y provisto de una espada y una maza, una en cada mano. Todos caen de rodillas. Oglûk tiene los ojos como platos, hinca una rodilla en el suelo:

- Disculpad Mi Señor, sois, sois...-

- Basta. Tan sólo quiero paso, voy a cierta cámara que tenéis sellada si no me equivoco, seguro que algo terrible la guarda, ¿sabes de cuál te hablo verdad?-

- Mi Señor, claro, la cámara de las galerías inferiores, os guiaré personalmente, pero allí hay fuertes protecciones de aquellos malditos enanos. No podréis pasar.-

- Guíame Oglûk, y tu pequeño reino se convertirá en un Imperio.-

El enorme Orog se gira y comienza a caminar, al tiempo que toda criatura cercana abre un pasillo mirando con admiración al 'Gran Orco'. Tras un largo paseo se topan con unas grandes puertas de bronce cuajadas de runas enanas. A sus pies hay multitud de esqueletos y cuerpos de goblinoides muertos o a medio pudrir.

- Aquí Mi Señor, aquí no se puede pasar, mis hombres intentar más de una vez, pero ya ver...-

- Bien Oglûk, con esto me basta, ahora toma esto y he de pedirte otro pequeño favor, ordena a tus hombres que se pongan a trabajar, que unan todos estos cuerpos dando forma de un gigante, cosed con cuero, grapas o lo que haga falta, quiero que formen un cuerpo grande, ¿entendido?.-

Se aprecia cierto miedo en la mirada del gran Orog:

- Claro, ahora mismo, pero puede llevarles un tiempo, ¿para qué querer unir tantos cuerpos?-

- Te dejaré un guardián, no quiero visitas, sobre todo en esta zona, ponte a ello, tengo algo de prisa.-

El 'Gran Orco' le da una enorme espada al Orog, junto con una pequeña bolsa de cuero.

- ¡Ahh!, confío en que a mi regreso algunos de los tuyos me escolten a la superficie.-

- Mi señor, claro, aquí esperar, no hacía falta decir. ¿Dejar camino a superficie abierto?-

- ¿Eso te place amigo mío? Te aviso que no tendréis gran cosa para llevaros a la boca o al bolsillo, más que cuatro granjas pobres.-

- Querer respirar un poco de aire Señor, y algunas granjas calmar a mis hombres...-

- Bien, si es lo que quieres, me es indiferente, espera aquí entonces.-


El enorme orco mira las gigantescas puertas con atención, parece estar leyendo. Cierra sus ojos, de nuevo surge luz de su cuerpo, con suma rapidez golpea las puertas con ambos puños, hay una gran explosión, humo. La escena se aclara poco a poco, Oglûk se frota los ojos para ver como la silueta del 'Gran Orco' se adentra entre el humo, pisando las enormes puertas, que ahora están en el suelo...

3 comentarios:

Titoki dijo...

Lo dicho. El famoso y misterioso ancianito es un ser de increible poder.
Visto lo visto, apuesto por un titan o algún tipo de celestial supergordo. Un deva de alta categoria o algo asi como minimo.

DSR dijo...

Sospechas, sospechas, que mal pensado, igual sólo es un flipado con un ESP y una poción de Giant Strenght!

Titoki dijo...

Si, seguro que es eso. Un pringao con un hechizo de ESP, otro de Alter Self y una poción de fuerza.
Va a ser eso, si.