Un día oscuro, cae una ligera llovizna, un pequeño grupo de
jinetes avanza con rapidez siguiendo un camino, hasta detenerse en una pequeña
posada. Deciden hacer un descanso tras tres días sin desmontar, un tipo con un
ligero amaneramiento y ropas de noble viejas habla:
- Bieeen, muchachos, haremos una parada aquí, los caballos
necesitan descansar y yo también, recordad no deis nombres reales.-
- Si señor, como digáis.-
El pequeño grupo ata los caballos y entra en la posada. Es
modesta, tan sólo unos pocos labradores beben en tres mesas, miran a los recién
llegados con curiosidad, para volver a sus conversaciones. Una figura observa
desde una esquina poco iluminada, cerca de la chimenea.
- Posadero, quisiera una habitación, alojamiento para mis
si...acompañantes, que cuiden de nuestras monturas, y algo de cenar, rápido,
queremos partir mañana al alba.-
Antes de que el posadero abra la boca, ha dejado tres
monedas plateadas en la pequeña barra.
- Como digáis mi señor, sentaos por favor, y tomad vuestra
plata, está todo pagado.-
- ¿Pagado? ¿Por quién? Es la primera vez que piso este
sitio.-
El posadero baja la voz y se acerca al recién llegado:
- Milord, el señor de la esquina, llegó ayer y...bueno pagó
generosamente y me previno de vuestra llegada. Fue muy amable e insistió en
pagar vuestros gastos.-
Archie se gira rápidamente hacia la esquina, por un momento
le parece ver dos brillantes puntos rojos.
- "Un espejismo del cansancio sin duda,
veamos..."-
Se acerca a la oscura esquina, con la mano en la empuñadura
de su espada, una vez frente a la mesa comienza a hablar:
- ¿Y bien Milord, a que debo tanta generosidad?-
Una suave voz, ligeramente musical, agradable responde desde
la oscuridad:
- Siéntate Archie, te esperaba y me alegra mucho verte sano
y salvo.-
Archie empalidece, parece perder fuerzas y se sienta
despacio, sin soltar su espada, y suavemente desliza una daga en su mano
izquierda:
- ¿Milord? ¿Realmente sois vos? ¿Pero cómo sabíais...?-
- No entremos en preguntas de poco interés, Archivald,
vayamos a lo importante, ¿La tenéis?-
Archie parece dudar un instante, y aunque el tipo le causa
escalofríos, por otro lado está seguro de que es de fiar, siempre ha pagado
bien...
- Si, Milord la tengo, esas perras acompañadas de varios
aventureros más la tenían como sospechaba, varios de ellos usaron magia, la
verdad es que escapé por poco y por traeros la dichosa piedra, si no les habría
dado lo suyo y...-
- Si, si, si, estoy seguro de ello, ¿Puedo verla?-
La oscura figura pregunta al tiempo que deja una abultada
bolsa sobre la mesa, con un ligero tintineo. Archivald parece más tranquilo,
suelta la espada y guarda la daga, y sonríe amigablemente:
- Claro Milord, aquí la tenéis.-
Archie saca un trapo algo sucio, una mano delicada y rápida
lo toma, lo desenvuelve con cuidado, aparece una extraña piedra, muy pulida,
con forma ovalada.
- Mmm, Archivald, un trabajo excelente, espero que el pago
te agrade.-
Archivald ha abierto la bolsa, y al mirar dentro sonríe aún
más.
- Si, Milord es muy generoso, imagino que aquí termina...-
- Verás Archie, tengo algo más, os pagaré el doble de esa
suma, por este último encargo.-
- ¿El doble?- "Dioses, si que es rico este maldito
duende"- Os escucho Milord.-
- Bien, parece interesaros, para empezar háblame de ese
grupo de aventureros, ¿dijiste que usaban magia?, dame detalles, ¿cuántos son?,
¿qué equipo llevan?, ¿qué tipo de magia viste que usaran?, ¿qué les interesa y
por qué viajan hacia el norte?-
Archie comienza a hablar, y hablar, de hecho pasa toda la
cena con el extraño personaje hablando. El resto de los paisanos miran de reojo
pero siguen a lo suyo.
2 comentarios:
Maldito. Ademas de ladrón y fullero, soplón.
Lo dicho, me voy a hacer un collar con sus miserables orejas.
Eso si el elfo ese siniestro no le matarile antes, que me esta dando muy mal rollo ese "duende". ¿Que demonios querrá?
Veremos en próximas entregas en qué termina todo el embrollo...espero que siga el grupo al completo que me gustó como funcionaban los 4 juntos!
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