domingo, 2 de abril de 2023

LA DAMA DE COMPAÑÍA

Una voluptuosa figura femenina avanza por un lujoso pasillo, cubierto de tapices, alfombras, cuadros y estatuas de enorme belleza. Alcanza unas puertas doradas, recargadas en decoración, ante las que hay una enorme figura de doradas alas, que sonríe amablemente.

- Vaya, vaya, Lulú, creí que estabas de misión…-

La voluptuosa figura entorna ligeramente sus plateados ojos, con una mirada extremadamente seductora.

- Lord Sanaliel, un placer veros como siempre, no sé de qué estáis hablando…¿puedo ver a la Dama?-

- Claro, pasa, está algo aburrida hoy…-

La enorme figura le abre las puertas, da un ligero golpe con un lujoso bastón en el suelo:

- Lady Lulael pide audiencia Mi Señora…-

Las grandes puertas se abren a un lujosísimo salón de enormes dimensiones, está muy recargado en decoraciónes excesivas, con grandes cuadros, estatuas, alfombras, y todo tipo de objetos de arte de exquisita calidad. En el centro destaca una fuente de la que emana un hedor dulzón que inunda la estancia, y al fondo, sobre un diván, una figura femenina de belleza sobrenatural se reclina de forma lánguida mientras varias figuras aladas se afanan en servirla, una la acerca un bello racimo de uvas doradas, otra toca un bello harpa de oro, otra la abanica suavemente. La figura entorna ligeramente los ojos, y sonríe.

- ¡Lulú! No te esperaba tan pronto, dejádnos, quiero que Lulú me peine, nadie me peina como ella…-

Todas las figuras salen del bello salón con rapidez y discreción, Lulú toma un bello peine dorado de una mesita, y comienza a peinar suavemente a su Señora.

- Milady, siempre es un placer retocar vuestra bella melena…-

- No me des coba, no es necesario querida…¿y bien? Pensé que ibas a estar más tiempo entre mortales…-

- Bueno, ya que andabais con la mosca detrás de la oreja, he preferido traeros un informe preliminar…-

La lánguida figura toma una uva dorada entre dos dedos con una perfecta manicura, y se la lleva despacio a la boca.

- Habla, ¿debo tener la más ligera preocupación?-

- Ligera, quizás Milady, pero sólo es un elfo con ínfulas, es poderoso si, pero la mayor parte de su poder proviene de sus juguetes mágicos, sin ellos no sería rival ni para mi…-

- Continúa, no me preocupa su nivel de poder, me molestan sus posibles intenciones…-

- Veréis Milady…ese elfo da una apariencia de descerebrado, puede hablar con cualquiera, y es bastante viciosillo, algo que sin duda aprobariáis, con un sutil disfraz me acerqué como ordenásteis, y pronto llamé su atención, bebimos, y enseguida me hizo un montón de confidencias, sobre lo desgraciado que es porque su mujer, bueno exmujer no le permite acercarse a sus hijos, sobre que en su nuevo feudo hay muchos problemas y bla, bla, bla. Pero me agasajaba, con mucha confianza y bastante sutileza, es mucho más inteligente de lo que quiere aparentar, y finalmente me invitó a ir a su feudo a ‘redimir mis pecados’ ya que no contaba con nigún seguidor de vuestra magnificencia en esas tierras.-

La lánguida figura se incorpora suavemente, mientras Lulú continúa peinando sus rojos cabellos con extrema suavidad y delicadeza.

- Ya veo, interesante, interesante, aunque por el momento sólo parecen sospechas mías, ese advenedizo está encantado de atraer a mis fieles caídos, sospecho que tiene intenciones no demasiado ocultas de ascender, y una de las ideas que están pasando por su podrido cerebro es atraer a fieles a los que estoy dando una lección, muy, muy interesante…-

 - Milady, es posible, pero no tengo certezas, además recordad que Tymora le mira con buenos ojos…-

- No te preocupes por Tymora querida, voy a tomar el ‘té’ con ella y hablaré de este asunto, que le favorezca no quiere decir que se vaya a arriesgar con un conflicto abierto conmigo si ese mequetrefe osa ofenderme…-

- Milady, siempre tengo tanto que aprender de vos…-

La lánguida figura hace un ligerísimo gesto con una de sus manos, como diciendo venga, venga...

- Bueno mi querida Lulú, sabes que te echo enormemente en falta cuando no estás, pero ese elfo me ha llamado la atención, he oído muchas cosas sobre él, y ahora me pica la curiosidad, y quiero ver hasta donde es capaz de llegar…quédate en sus tierras y me lo vigilas, acércate todo lo que puedas e intenta sacarle palabras más directas sobre sus intenciones futuras, y de vez en cuando suéltale que no es buena idea inmiscuirse en los asuntos de La dama de cabellos de fuego…-

- Así se hará mi Señora, me acercaré, investigaré, y os informaré, como siempre.-

La voluptuosa figura hace una respetuosa y correctísima reverencia y tras dejarle un impresionante peinado a la Dama se dirige de nuevo hacia las puertas del salón.

- Ah, Lulú, ya que estás en el plano material, en una zona algo apartada, podrías reunir algunos fieles…ya puestos…-

- Como deseeis mi Señora.-

La impresionante figura sale del Salón, saluda de nuevo al guardia de la puerta, y avanza despreocupadamente por el pasillo con un bello contoneo de sus caderas, que el pobre Sanaliel no puede dejar de mirar con una ligera lujuria en sus ojos dorados.

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