sábado, 27 de junio de 2015

El Culto de la Mano Roja


El Culto de la Mano Roja es un antiguo culto procedente de las tierras del interior de Kadesh y que adora al “Dios Rojo”, un antiguo dios procedente de los desiertos de las Tierras Rojas. Como es de esperar en cualquier organización de fanáticos religiosos, los Cultistas de la Mano Roja predican que su divinidad es el principal dios de Kadesh y que muchos de los otros dioses adorados en el país son crueles, inicuos y perjudiciales, y que por tanto la suya debería ser la fe principal, y los gobernantes deberían postrarse ante el Dios Rojo y jurarle sometimiento.
El culto ha estado activo durante siglos en las tierras fronterizas, pero en los últimos tiempos se ha infiltrado con fuerza en las tierras de los valles e incluso en las ciudades costeras, reclutando nuevos adeptos y utilizando con astucia el descontento de la población con sus gobernantes y la presencia de potencias extranjeras en los asuntos y el gobierno de las diversas ciudades-estado como propaganda para justificar y defender sus atrocidades.
Desde la aparición del denominado “Profeta Velado” y sus incendiaros discursos, el culto ha entrado en una espiral de violencia y asesinatos que han aterrorizado buena parte del Este del país. Hasta tal punto de terror se ha llegado, que los gobernantes de varias ciudades ya no se atreven a salir de palacio y han contratado grandes cantidades de mercenarios (comprometiendo las finanzas de sus ciudades) para garantizar no ya su trono, si no sus propias vidas. Pese a ello, varios han caído ya bajo los puñales del culto.
Aunque se ha intentado erradicar el culto con gran energía, su propia estructura hace su destrucción muy difícil: en las tierras costeras el culto opera en estructuras cedulares con muy poco contacto entre ellas, y por tanto la captura de un grupo no compromete a otros grupos cercanos. Además, los cultistas son fanáticos y normalmente prefieren la muerte antes que dejarse capturar con vida y así poder delatar a sus compañeros.

Los asesinos de la Mano Roja parecen capaces de infiltrarse con facilidad en pueblos, ciudades, palacios y fortalezas, y realizar su sangrienta tarea con rapidez y eficacia.
Se sabe que cuando realizan sus matanzas se tiñen las manos, o bien con polvo rojo o bien con la propia sangre de sus víctimas.
La situación en el interior del país es si cabe aun peor, ya que el culto no opera solo mediante asesinos, si no que dispone de bandas armadas numerosas que pueden llegar a atacar aldeas y pequeñas poblaciones. El temeroso pueblo de Kadesh murmura que sus fanáticos cultistas han exterminado aldeas enteras por el mero hecho de que sus habitantes adorasen a otra divinidad que no era de su agrado, o sencillamente como sacrifico a su sangriento dios.





Los asesinos de la Mano Roja son capaces de infiltrarse en casi cualquier lugar, lo que ha llevado al pánico a buena parte del país.

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