jueves, 26 de marzo de 2015

UNA PARTIDA DE AJEDREZ

Un cómodo y elegante salón, una gran chimenea arde en un lateral. En una pequeña mesa, dos figuras se sientan en cómodas butacas, ante ellos unas copas y una partida de ajedrez a medias. Ambas son grandes y emanan fuertes auras de poder, la más grande de las dos observa al recién llegado con mucha atención, con sus penetrantes ojos azules, tiene un enorme vendaje entorno a un hombro, parece una herida reciente y profunda. El recién llegado parece algo incómodo, tiene el aspecto de un enorme hombre lobo albino, aunque varios tatuajes por su cuerpo, los colmillos tallados con extrañas runas y una manera de comportarse que denota que es otro tipo de criatura.

- Kashiir, agradezco que hayas venido tan rápido como te ha sido posible, por favor dame detalles de lo sucedido.-

- Milord, siempre me agradan estas partidas. En fin, no sé cómo pero cuatro mortales de gran poder alcanzaron el almacén, imagino que seguirían a esos estúpidos caballeros que capturé hará un mes. El caso es que logré defender la estancia por un tiempo, pues no fueron capaces de entrar en mis dependencias que había fortificado a conciencia, pero a pesar de mis esfuerzos liberaron todas las cunas y no entiendo cómo, lograron destruir el pilar. Toda esa zona de la caverna se vino abajo. Me enfrenté a ellos pero me temo que eran demasiado poderosos para mi solo, así que decidí venir a informaros lo antes posible.-

El gran hombre lobo parece algo nervioso, tenso como si estuviera a punto de recibir algo desagradable, de hecho, sus grandes garras no paran de moverse, siempre cerca de una temible cimitarra de hoja negra que lleva a la cintura.
La enorme figura de Legnarion tiene la barbilla sobre un puño y mira con atención el tablero de ajedrez. Tras una larga pausa habla:

- Malditos sean, ¿cómo habrán logrado encontrarlo? Y además de causarme un duro dolor con esta herida, seguro que han liquidado a la mayor parte de los guardianes que dejamos, una fortuna. Aunque el oro no me interesa, cumple una función. Este hombro me está matando, ¡Gigalos, Megalos! Por favor traedme un poco más de ese zumo de amapolas.-

Dos enormes figuras negras como la obsidiana se mueven por al habitación, pronto hay una bandeja de plata ante Legnarion con un gran vaso con un líquido blanquecino. Da algunos tragos, y su expresión parece relajarse un poco.

- Continúa Kashiir, descríbeme a esos mortales, por favor con todo el detalle que seas capaz.-

- Milord, eran cuatro, dos elfos y dos humanos. En parejas, dos machos y dos hembras. Los humanos, uno parecía un hechicero, aunque luchaba bien con las espadas, causó serios problemas a varios guardianes. La humana es una sierva de la luz, sin duda, por lo que escuché cuando hablaban entre ellos, la llamaban Aura creo, y era una guerrera temible, además de tener varios recursos...potente magia. Después la elfa, rubia, con una llamativa armadura sobrecargada y una espada que emanaba una potentísima aura, yo diría que una reliquia de esos orejas picudas. Esa perra acabó prácticamente ella sola con mis dos concubinas preferidas. Y después había un elfo, desgarbado, con cara de loco o de haber tomado muchos alucinógenos, pero muy peligroso a mi parecer, otro diablo con las espadas, y un hechicero de bastante poder, moreno, de piel broncínea clara...-

Las dos figuras que deambulan por la habitación hablan por fin:

- Milord, no hacen falta más detalles.-

- Detalles no falta hacen, Milord.-

- ¿A qué os referís?-

- Está claro que son los mismos, parece que vuestros últimos avisos a pesar del envío de los cuatro no han surtido efecto, yo diría que se trata de Lady Stronghand, su compañera Eliara la elfa, y el elfo colocado sin duda es Lord Hook. Lo que no tengo claro quién es ese cuarto humano, ese es nuevo en la ecuación.-

Una potente luz ilumina toda la estancia, todas las figuras empalidecen y retroceden con una clara expresión de temor en sus ojos. Una imponente voz rodea toda la estancia.

- STRONGHAND, STRONGHAND, STRONGHAND, DE NUEVO, ESE MALDITO CLAN NO HA HECHO MÁS QUE INTERPONERSE EN MI CAMINO, PRIMERO COMO UNO DE MIS CARCELEROS, AHORA INTENTANDO DESBARATAR MIS MODESTOS PLANES.-

La potente luz que ha iluminado todo el salón baja su intensidad poco a poco, el tono de voz de Legnarion se calma.

- Kashiir, ¿qué información pudieron sacar de allí? ¿de lo que no te dio tiempo a eliminar o llevarte?-

- No estoy seguro del todo Milord, pero eran mortales de recursos, no puedo responder a esa pregunta.-

- Dada su competencia para olisquear mis asuntos, no me extrañaría que pronto los tuviéramos aquí como invitados, y lo peor que puede pasar es que den el aviso a otros...-

- Mi Señor, ¿qué tal una mudanza?-

- ¿Una mudanza? Mi Señor-

- Es demasiado precipitado, y mudanza ¿a dónde? este lugar está protegido de miradas indiscretas, y muy pocos conocen su ubicación, además el resto de los almacenes están enfocados aquí. No, no podemos mudarnos. Habrá que prepararse para recibir a los invitados como es debido. Kashiir, vigila el resto de almacenes, y si cualquier cosa más grande que un ratón se acerca fulmínala y avísame de inmediato.-

- Como gustéis Milord, y por cierto 'jaque'.-

- Vosotros dos, quiero que sigáis a esa Stronghand y su grupo, empiezan a suponer una amenaza grave.-

- Mi Señor, mi hermano y yo que a menudo estamos por la Ciudad, tenemos algo interesante...-

- Interesante tenemos, información de la Ciudad.-

Leganrion los mira con atención.

-¿Y bien?-

- Esa Stronghand, parece que está siendo cortejada con grandes hazañas públicas por un caballero Cormyta, y por todos los rumores, parece ser que a ella le agrada.-

- Le agrada a ella mis Señor, creemos que ese caballero la acompañó en una larga aventura por tierras de Rashemen, Tahy y Aglarond entre otros sitios. En esas últimas tierras ayudaron a la poderosa Symbul contra un enorme ataque a sus tierras por parte de siervos del Destructor.-

Leganrion esboza una ligerísima sonrisa.

- Qué interesante muchachos, por fin dais con algo que nos pueda servir. Bien, bien, bien. Parece ser que no podemos parar la insistencia de Lady Stronghand con ataques directos, lo más prudente será intentar pararla por métodos sutiles. Estudiad al resto del grupo con rapidez, mirad si la elfa tiene algún amor, o algo por lo que daría la vida, lo mismo con los otros dos, tengo que pensar...-

- Lo haremos, Mi Señor-

- Mi Señor, harémoslo.-

El gran lobo insiste, como si todo lo que se hablara le importara más bien poco:

- Milord, 'Jaque'.-

- Creo que tengo cosas más importantes entre manos ahora que nuestra partida Kashiir, mmm.- Hace una rápida jugada.- Pero ya que insistes, 'mate'.-

Kashiir tuerce el gesto con disgusto, y se levanta:

-Bien Milord, veo que no perdéis facultades, partiré ahora a asegurar los almacenes.-

- Kashiir, agradezco tus esfuerzos, pero si me vuelves a fallar, haré una visita a tu pequeño Reino, que te aseguro no olvidarás, y allí los tuyos no sois inmortales.-

Estas últimas palabras se pronuncian en un tono absolutamente neutro, como si avisaran de que van a aplastar una mosca. Kashiir se que queda muy serio.

- No os fallaré de nuevo Milord, os lo aseguro.-

Una vez que el gran lobo deja la estancia, Legnarion se gira hacia sus queridos aliados:

- Gigalos, Megalos, a pesar de todos nuestros esfuerzos siento que nuestra pequeña empresa tiene serios problemas. Encontrad a ese caballero que persigue el corazón de Lady Stronghand, y traédmelo vivo, de una pieza, y que pueda hablar, y otra cosa más, enviad un mensaje al Destructor, quiero una entrevista en privado.-

- Lo del caballero bien Mi Señor, pero ¿El Destructor? esa bestia sólo piensa en combate, sangre, destrucción, está loco.-

- Calma Gigalos, hablaré con él, le tantearé, y veremos si nos puede ser útil. Daos prisa, no creo que nos quede demasiado tiempo, a estas alturas seguro que el viejo está al corriente.-

Las dos figuras de obsidiana desaparecen con rapidez de la estancia. Legnarion apoya sus enormes brazos sobre el marco de la chimenea.

- Bien Lady Stronghand, ya hemos visto que tenéis recursos, y que sois una oponente formidable, ahora pondremos a prueba vuestras dotes diplomáticas, y vuestras elecciones en situaciones más complicadas. Sea como sea, me pagaréis todo el daño que me habéis causado.-

----------------------------------------------------------------------------------

Se escuchan unos suaves golpes en la elegante puerta del amplio salón.

- ¿Mi señor?-

- Pasa viejo amigo, ¿qué quieres?-

Una figura envuelta en una elegante bata de seda de colores chillones entra despacio, con una gran botella, dos copas y una sonrisa.

- Milord he estado investigando un poco por mi cuenta, espero que no os moleste, y creo que tengo algunas informaciones interesantes.-

Sin esperar una invitación Vincent se sienta frente a la chimenea, sirve dos generosas copas, y enciende una larga pipa.

- Muchacho, deberías controlar un poco esos vicios, o algún día te causarán estragos...-

- Lo sé, pero necesito sentir cosas, a saber el tiempo que nos queda si las cosas se tuercen, que espero que no. Bueno el caso es que me he informado sobre ese curioso personaje al que llaman 'Hook'.-

- ¿Y? ¿Por qué ha de interesarme ese mequetrefe pseudo-élfico con ínfulas de grandeza?-

- Bueno Milord, recientemente perdió un feudo grande, con la muerte de muchos de sus seguidores, y decidió trasladarse a las inmediaciones de Waterdeep, donde se hizo con otro feudo, arrastrando consigo a casi todos sus hombres, la mayoría le son leales, otros no tienen a dónde ir, y muchos son mercenarios que le siguen por la paga y creo que no anda muy bien de fondos, o eso dice él. Todo esto no tiene mucha importancia, lo interesante es que uno de vuestros 'sacerdotes' pasó por allí, predicando claro. Ese Lord Hook le escuchó con atención y pareció gustarle el discurso, claro que le cosió a preguntas, aunque parece siempre algo ido, por la cantidad de alucinógenos que consume (esta parte me gusta mucho) está claro que no se debe infravalorar a este tipo, es mucho más inteligente de lo que parece, y tiene un gran poder. También debéis saber que es un gran amigo de esa Lady Stronghand, y fue pareja de Lady Eliara, con la que me he enterado que tiene dos hijos, secuestrados por la madre y puestos a buen recaudo en Evereska, donde ese Hook tiene vetada la entrada. Con Lady Eliara aunque aliados, siempre hay mucha tensión por el tema de los críos, y con Lady Stronghand se han creado ciertas desavenencias, por vuestro culto.-

- Bien, problemas internos dentro de un grupo de notables mortales, ¿a dónde quieres llegar?-

Se escucha el suave roce de la seda, cuando Vincent da una gran calada a su pipa.

- Milord, creo que ese Hook puede ser una llave importante para alcanzar algún punto débil en ese grupo, creo que puede ser corrompible, tan sólo hay que ofrecerle una fuerte tentación, sospecho que dentro de su oscuro corazón se ocultan muchos secretos y muchos deseos, y creo que uno de los más fuertes es el alcanzar el estatus de Dios. Le pierde la fama y el reconocimiento, y por todo lo que he recopilado creo que su cabeza no rige bien del todo. Su lista de enemigos conocidos es impresionante, gente de gran poder a la que le encantaría disponer del cuerpo de ese elfo durante unos minutos. Creo que su gran interés por vuestro culto se debe principalmente a esta razón, busca la manera de ascender...-

La enorme figura medita unos instantes mientras da sorbos a su copa. Finalmente esboza una ligera sonrisa.

- Muy interesante Vincent, muy interesante, había oído muchas historias de ese 'Hook', pero esto que me acabas de contar me parece un gran punto de partida. Esas perras mortales viajaron a Asgard, y se entrevistaron con el chambelán Uriel, estoy totalmente seguro de que les encargó una misión y seguro que esa misión nos concierne.-

Vincent empalidece y tose.

- Tranquilo muchacho, aún no han dado con nosotros, y creo que todavía tenemos posibilidades. Debo hablar con ese 'Lord Hook' cuanto antes, concertaremos una entrevista a solas, y veremos cuan fuertes son esos deseos de ascender.-

- Cof, cof, Milord no sabía que hubieran ido a Asgard, entonces el Viejo ya sabe que estáis libre...bueno..., si, creo que es buena idea esa entrevista, ¿cómo lo haremos? siempre o casi siempre está rodeado de gente, ¿y si da una respuesta negativa? o peor, ¿da una positiva tratando de engañaros para luego avisar a sus viejos aliados?-

- Te preocupas demasiado viejo amigo, tan sólo hablaremos con calma y educación, y sabré perfectamente si me está mintiendo. Tengo curiosidad por conocer a ese mequetrefe.-

La cara de Vincent recupera su coloración y su sonrisa, da un gran trago a su copa, esnifa algo y continúa fumando:

- La verdad Milord es que yo también, creo que tengo mucho en común con ese elfo, ¿permitiréis que os acompañe? puede ser traicionero e intentar alguna mala pasada...-

- Ja, ja, ja, seguro que si, pero dudo mucho que tenga algo con lo que hacerme algún rasguño. Si quieres acompañarme ven, pero no lo disfraces de escolta, sabes que no la necesito.-

-Por supuesto Milord. Permitidme una sugerencia...-


Las dos figuras continúan una amigable conversación con un brindis final.


1 comentario:

MariaJo dijo...

Ah, malditos!
Al noble caballero de Aura ni tocarle, engendros abominables...!