Una gran sala, con bastante público, una prisionera se encuentra sentada en una tarima algo más elevada, lleva grilletes en muñecas y tobillos, y su mirada fría con un ojo de cada color recorre la sala, con penetrante odio. Los murmullos recorren el público reunido, algunos la señalan con dedos acusadores.
- ¡Silencio! ¡Silencio en la sala!, Su eminencia Lord Nicodemus, Gran Balanza de Tyr preside el presente proceso.-
Los rumores bajan su intensidad hasta llegar al silencio, cuando una imponente figura es guiada hasta la mesa presidencial del juicio, es una figura enfundada en brillante cota de malla, con túnica blanca sobre ella con la balanza de Tyr en plata en el pecho, porta un descomunal yelmo de color blanco, con la visera bajada, sin orificios, lo que le deja ciego, en una mano porta un recargado martillo y en la otra una balanza de plata, su imponente voz con un eco metálico resuena en el silencio de la sala.
- Nos encontramos aquí, en el tercer día de la luna roja, para juzgar a ésta mujer, Lady Scarlett Ebony de una serie de terribles crímenes que parece haber cometido, entre los que se incluyen, lea alguacil, lea...-
Un joven delgaducho de fino bigote y pomposas ropas está en pie junto al juez, y desenrolla un largo pergamino, y comienza a leer los cargos:
- Lady Ebony, se os acusa de: Suplantación, conspiración
contra
Se continúan leyendo cargos durante unos minutos, el público escucha atentamente, empalidece, una mujer que miraba a la acusada, y ésta le devuelve su fría mirada multicolor se desmaya, algunos ya piden la horca. El juez golpea con su martillo:
- ¡Silencio! En mi sala se hará justicia, no venganza, ¡Silencio he dicho!-
Se hace el silencio.
- ¿Cómo se declara la acusada de toda esa lista de crímenes abyectos?-
Scarlett se levanta dificultosamente debido a los grilletes, mira fijamente al juez, y con una siniestra sonrisa, parece escupir las palabras:
- ¿Qué más da lo que declare Juez? Ya tenéis la sentencia de lo que pensáis que es justicia en vuestra cabeza.-
Se sienta.
- La acusada no niega los cargos...-
Una figura encapuchada se levanta en las gradas delanteras. Habla con una voz rasposa, recuerda un chirrido.
- Mi señor Juez, tampoco ha aceptado los cargos...-
- Y vos ¿quién sois? ¿por qué interrumpís este proceso?-
- Disculpad señor Juez, mi nombre es Talia, y vengo como parte defensora de la acusada...-
Scarlett ha reconocido la voz, y aunque intenta disimularlo tiembla, y está muy pálida. El juez se dirige a ella:
- ¿La acusada acepta a Lady Talia como abogado defensor?-
- S...s...si.-
- Bien, continuemos...-
El juicio continúa durante horas, el juez desaloja la sala
en varias ocasiones, debido a varios tumultos y griteríos que se organizan
dentro. Lady Talia, argumenta con gran inteligencia, domina los estrechos
vericuetos de
Habla el alguacil tras un receso:
- Su eminencia Lord Nicodemus Gran Balanza de Tyr ha escuchado las partes y acusaciones, y ahora está en condiciones de imponer Justicia...-
La voz metálica, neutra sale del enorme yelmo, igual de fría que un hielo:
- Póngase en pie la acusada. Hemos escuchado acusaciones y alegaciones, habéis cometido crímenes terribles Lady Scarlett, lo cual requiere una sentencia ejemplar, no podemos tolerar semejantes actuaciones sin un justo castigo,...pero Lady Talia nos ha expuesto con corrección varios artículos de las leyes de clemencia, y aunque algo rebuscados me han parecido correctos, con todo ello, se os sentencia a permanecer en prisión no menos de veinte años, veremos si con ello vuestra alma es capaz de redimirse...Se os internará de inmediato en la prisión de Revel’s End, el frío y el trabajo duro os ayudarán a pensar en vuestros crímenes. Partiréis mañana al alba.-
Seco golpe de martillo.
Scarlett no mueve un músculo, y su mirada gacha se dirige hacia Lady Talia.
La gente desaloja la sala decepcionada, entre comentarios como: deberían ahorcarla, yo hubiera preferido que la mataran a palos, me parece injusto que sólo la encierren, bueno yo he oído que esa prisión es un sitio horrible del que nadie escapa, tampoco está mal, dicen que éste juez es un sádico, prefiere los castigos largos que una simple muerte, etc...
La voz metálica continúa cuando la sala está casi vacía:
- Lady Scarlett, vuestra abogada ha solicitado una reunión privada, ¿aceptáis?-
- Si.-
- Bien, llevaos a la acusada a su celda, la abogada irá enseguida.-
La sala queda vacía.
En una pequeña celda, Scarlett está moviéndose de un lado a otro, se muerde las uñas, cuando unos guardias abren la puerta con un ligero chirrido.
- Su eminencia ha dicho que unos minutos abogada, así que daos prisa.-
La pequeña figura entra, y la puerta se cierra. Inmediatamente Scarlett se pone de rodillas y besa un anillo que Talia le tiende.
- Siéntate querida Scarlett, siéntate.- La voz es inquietante, y no deja lugar a dudas. Scarlett se sienta en un camastro, y Talia en un taburete frente a ella.
- Así que la hemos fastidiado ¿no es verdad?-
- Mi Señora, todo marchaba estupendamente, estuvimos a punto de acabar el sacrificio pero esas entrometidas llegaron en el último momento, con un montón de guardias, y aunque mis hombres lucharon con valentía, nos pasaron por encima, como un asqueroso hospital limpiaría una sagrada purga...-
Una delgada mano con algunas marcas se levanta, Scarlett se calla.
- Sé lo ocurrido querida, además de tu infortunio, han quemado un antiguo templo a nuestra Señora, y eso lo lamentarán, lamento el castigo que te han impuesto, aunque en parte creo que te está bien empleado, de nada por cierto por salvarte el cuello...-
- Gracias mi Señora, no os arrepentiréis...-
- Eso espero, Scarlett, al fin y al cabo eres de mis mejores agentes, siento decirte que tendrás que ir a esa asquerosa prisión, es un lugar complicado, y ahora mismo no tengo medios para sacarte, pero te sacaré, no lo dudes...-
Los ojos multicolor de Scarlett la miran con esperanza y agradecimiento.
- Gracias mi Señora, honraré vuestros esfuerzos...-
- Si, si, no me dores la píldora querida, de momento cumple condena, no te metas en líos si no es absolutamente necesario, necesitaré algo de tiempo para idear algo, y oro, mucho oro, maldita sea Scarlett estás costando una fortuna a las arcas de Nuestra Señora,... en fin, veremos qué se puede hacer, y cuando respires aire frío de nuevo, espero que des un ejemplo importante con aquellos herejes que osaron profanar un templo de Nuestra Señora...-
- Mi Señora Talia, no viviré para otra cosa, encontraré a todos los culpables y haré que se ahoguen en su propia sangre, tras meses de enfermedad...-
Una delgada mano acaricia con suavidad la mejilla llena de cicatrices de Scarlett.
- Mi pequeña Scarlett, siempre das a mis oídos las palabras dulces que necesitan.-
Se escuchan unos golpes en la puerta:
- ¡Abogada, es la hora!-
- No desfallezcas, muestra tu fuerza pequeña, pronto nuestra Señora proveerá y serás libre.-
Scarlett hace una reverencia, y la pequeña figura encapuchada sale igual que entró.
A la mañana siguiente, Scarlett engrilletada es subida a un carro enrejado, se encadenan sus grilletes a los barrotes, al suelo y al techo, y se le echan unas mantas por encima. Un gordo guardia la sonríe.
- Milady, nos vamos de excursión, a vuestro lugar de descanso...-
Varios guardias que escoltan el carro ríen.
- Joey, mira qué eres, siempre con tus comentarios...-
- Bueno es la realidad, intento suavizarla un poco...-
Scarlett los mira, y habla con voz suave, pero hace empalidecer a los guardias:
- Bueno caballeros, como ha dicho Joey será mi lugar de descanso, y no lo duden caballeros algún día saldré, y no olvidaré a todos aquellos que me han tratado con tanta cortesía...-
Un capitán enfundado en coraza con el símbolo de Tyr grita:
- ¡Basta de chorradas, en marcha!-
El carro parte con una fuerte escolta hacia el puerto, donde un gran barco les espera, la gente mira a varios prisioneros más que son embarcados, se oyen abucheos, insultos, y a alguno de ellos le cae alguna hortaliza podrida.
- ¡NO volváis escoria! ¡La próxima vez no os mandarán a prisión, os colgarán!-
Scarlett es embarcada en una celda con otros dos prisioneros, un enorme semiorco que no deja de mirarla y comentarle lo que le va a hacer y una norteña envuelta en pieles y llena de tatuajes por todo el cuerpo que no dice nada, y sonríe. Tras muchos días de viaje, entre tormentas y un frío punzante el gran barco llega a las faldas de la enorme prisión de Revel’s End, comienzan a descargar mercancías para la prisión, y a los prisioneros, cae una ligera aguanieve. Un grupo de guardias se dirige en las bodegas a la celda de Scarlett.
- Cuidado ahora hermanos, estos son los más peligrosos del cargamento, ha dicho el capitán, no bajéis la guardia.-
- ¿Quiénes son Jimmy? ¿Otros locos cortacuellos?-
- Ojalá amigo, son tres, Gloj el semiorco acusado de violación múltiple de mujeres y hombres, se dice que le da igual una cosa que otra, el juez le ha puesto un cinturón de castidad, Oluma la bárbaro, una bestia Uthgar que ha matado más gente que la peste, y por cosas nimias, dicen que tras escuchar la sentencia parecía tranquila, de pronto se desató su furia dejo KO a varios guardias y se las arregló para llegar a los establos y matar al caballo favorito del juez, andaos con ojo.-
- ¿No eran tres?-
- Ah si, la guinda del pastel, Lady Scarlett Ebony, sierva de Talona, taimada, inteligente y muy peligrosa, no se ha podido demostrar pero se dice que en este viaje varios guardias han muerto enfermos, o envenenados, seguro que ha sido ella, mucho cuidado chicos.-
Abren la puerta de la celda, y los guardias miran dentro con los ojos muy abiertos.
Scarlett come una manzana tranquilamente sentada y engrilletada, Gloj el violador está tirado en el suelo, su piel se ha tornado de color amarillo, tiene la lengua fuera, y está tumbado sobre charcos de su propia sangre, vómitos y diarreas, sin duda ha muerto de forma horrible. En la esquina contraria de la celda la enorme bárbaro Oluma está acurrucada y no deja de mirar al semiorco repitiendo ‘Espantapájaros, espantapájaros...’
Los guardias se los llevan, a Scarlett la llevan atada con unas largas pértigas.
- Si intentas alguna de tus maldiciones con nosotros te dejaremos inconsciente a palos, ¿te queda claro perra?.-
- ¿Yo? Ese pobre muchacho enfermó en la travesía, y la bárbaro enloqueció por estar encerrada, nos habéis tenido tanto tiempo ahí sin atender...-
Los guardias aceleran el paso para quitarse de encima una carga tan peligrosa, pronto está encerrada en una fría y húmeda celda, con un tipo enorme de color, con horribles cicatrices en la cara, que la sonríe con unos dientes muy blancos.
- Aquí no hacer distingos, y dejar que los presos nos apañemos en las celdas, tu no ser muy guapa, pero bastar a Mumbo, que lleva sin ver mujer tres años, tres meses y tres días, después de que Mumbo terminar con tu pequeño cuerpo, tu hacer la cama de Mumbo y limpiar la celda.-
El enorme negro señala una desgreñada escoba, y se gira extendiendo sus enormes manos hacia Scarlett.
- Ahora Mumbo darte cositas ricas....-
La celda se llena de una nube de gas amarillento, Mumbo se lleva las manos al cuello y tose violentamente, cayendo de rodillas, tiene los ojos rojos, hinchados, no puede respirar y babea un liquido amarillento, Scarlett se acerca lentamente...
- Vaya, vaya Mumbo, parece que aún no han activado todas las protecciones en ésta sección ¿verdad? Ahora con dos golpes en el suelo dime si quieres volver a respirar...-
Mumbo golpea el suelo dos veces y vomita.
La nube desaparece lentamente y Scarlett le pone una mano en el enorme pecho, dejando una marca negra, Mumbo a penas respira pero está consciente.
- Eso querido Mumbo es una marca de Talona, mi Diosa, ya te hablaré más de ella, que sepas que te irá corrompiendo, pudriendo y destrozando tu gran cuerpo, el olor será horrible, y no digamos el dolor que sufrirás...a menos que yo decida pararlo, y para ello serás tu el que limpie la celda, y hoy dormirás en el suelo, ¿te quedan las cositas claras?.-
Mumbo está muy pálido, a penas puede respirar, y mira la marca que a es violácea y de mayor tamaño en su pecho. Se pone de rodillas y besa los pies de Scarlett.
- Tu perdonar Mumbo, Mumbo llevar mucho tiempo encerrado por querer dar amor a una guardia, nadie entender a Mumbo, que tener muchas necesidades...-
- Bien, bien, ponte en pie Mumbo, tu serás mi guía en éste sitio, y mi guardaespaldas, si intentas traicionarme la marca de Talona crecerá en tí, si yo muero, la marca se extenderá a tus familiares...-
- No, Señoa, Señoa, Mumbo fiel sirviente de poderosa Scarlett, ¡nadie tocar a mi ama!-
Mumbo limpia la habitación y hace la cama bajo la atenta mirada de Scarlett, que finalmente se tumba.
- Bien Mumbo, háblame de la prisión, cuéntame todo lo que sepas.-
Mumbo comienza a hablar dócilmente, dando detalles de guardias, capos, criminales más peligrosos, etc, etc, Scarlett esboza una ligera sonrisa con los brazos tras la cabeza, tumbada y escuchando atentamente, hasta que Mumbo se duerme sentado. Entonces mira al húmedo techo de la celda e imagina a dos jóvenes mujeres una Aasimar rubia de gran belleza y una semielfa fuertota de mal carácter, las imagina desnudas, llenas de pústulas retorciéndose en sus propios fluidos y sangre putrefactas, y sonríe.
- Eso me dará fuerzas queridas amgias, algún día os veré
así, y veré arder templos de
La visión sale por una pequeño ventanuco de ventilación a un páramo helado, sobre el que se hiergue la enorme prisión, un cuervo grazna, parece aprobar los oscuros pensamientos de Scarlett.
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